Descripción Geográfico-Moral de la Diócesis de Goathemala/Tomo 1/Mazahuat
Desde Olocuilta á Matzahuat hay cinco leguas de camino, y su rumbo es como de poniente á Oriente; y el mismo es el que resta hasta la Parroquia de Yayantique, á recerva del que se anda desde la de Ereguayquin á la de San Miguel. El Camino es moderado, pues hay algunos pedazos de bueno, y otros de muy malo.
Para los Pueblos, y haciendas hay caminos pessimos; porque todo el distrito de esta Parroquia es un laverinto de Cerros, y Varrancos muy elevados, y profundos; de modo, que los Pueblos de San Juan, y San Miguel se dicen tepezontes, que en su Ydioma quiere decir, veinte veyntes de Cerros; por que los Yndios siempre cuentan por veyntes; y assi en sus compras, ó ventas, en pasando de veynte, comienzan Otro, y despues forman todo el numero diciendo; quatro veyntes, dies veyntes, etc.a bien que si debo decir lo que entiendo; de estas etimologias, y derivaciones (muy frequentes en la America) no deve hacerse merito alguno por varias razones; que aunque las suprimo aqui, puede ofrecerse decirlas en otra parte con mas oportunidad. Esta es la situacion de la Parroquia, y por su termino corren varios arroyos, y dos Rios de vastante caudal de norte á súr. El que está á la vanda del poniente se llama Rio de Comalapa; el que esta á la del Oriente, se llama el Rio de Giboga. Todo el Terreno es de mucha arboleda, y espesuras, y parece un Vosque.
La cavezera del curato es el Pueblo de Matzahuat con cinco anexos 1º Santa Maria Magdalena Tapalhuaca. 2º San Fran.co Chinameca. 3º San Antonio Matzahuat. 4º San Juan Tepezontes. 5º San Miguel Tepezontes. Ytten hay catorce haciendas, y dos Valles. 1.a hacienda de la Palma. 2.a hacienda del rosario. 3.a hacienda de Santa Cruz. 4.a hacienda de San Miguel. 5.a hacienda de San Benito. 6.a hacienda de S.n Ysidro. 7.a Valle de San Ysidro. 8.a otra Valle de San Ysidro. 8.a otra de San Ysidro. 9.a hacienda de Miraflores. 10.a hacienda de los Naranjos. 11.a hacienda de San Fran.co 12.a hacienda de San Antonio. 13.a hacienda de Miraflores. 14.a hacienda del rancho de Texa. 15.a hacienda de Ycanrayo. 16.a otra hacienda del Rosario; cuyas situaciones, y distancias aparecen en el Mapa, y tabla siguiente.
|
|
En el Pueblo de Matzahuat hay familias | 167 | con | 832 | Personas |
En el Pueblo de Tapalhuaca hay familias | 065 | con | 363 | Personas |
En el Pueblo de S.n Fran.co hay familias | 288 | con | 1342 | Personas |
En el Pueblo de S.n Antonio hay familias | 545 | con | 697 | Personas |
En el Pueblo de S.n Juan hay familias | 054 | con | 260 | Personas |
En el Pueblo de S.n Miguel hay familias | 117 | con | 572 | Personas |
En las haciendas hay familias | 078 | con | 443 | Personas |
En los Pueblos y haz.as hay familias de Ladinos | 036 | con | 190 | Personas |
De que resulta haver en esta Parroq.a familias | 950 | con | 4699 | Personas |
Esta administracion se halla á cargo de un cura, que lo es há nuebe años D.n Ygnacio Letona buenhombre, y á de mas de mediana edad, con varias imperfeciones de hablador, curioso, nada sufrido en lo que se le antoja honor, deseoso de que los Yndios lo alaben, y muy sencible á que lo acusen; pues estando haciendolo los de Tapalhuaca, él estaba oyendo la representacion que fundaban tras cortina, pero con tan poco recato, que lo notaron aún los Yndios, y con esto hubo de abandonar el escondijo, saliendo á interrumpirles la combersacion, y manifestando mucho sentimiento de que lo acusáran los Micerables, que no carecían de buen fundamento; pues los satisfizo diciendo, que el coadjutor havia procedido muy arrebatado.
Se ayuda de un Coadjutor, que lo es D.n Joseph Guerrero de quien dice, que es bonissimo Ministro, habil, retirado, y muy puntual en el cumplimiento de su oficio; y que algun tiempo, que estubo sin él, lo hallo mucha falta. Lo cierto es que parece expedito, y mayormente quando todos estos naturales son muy pesados, Y decidiosos; pero tambien es cierto que su talle es de hombre algo arrebatado; pues la queja, que me daban los Ynfelices era de que los havia maltratado demaciado, y á uno de ellos le havia hecho dar cien azotetes, á cuyo cargo salio el Cura diciendo, que havia sido en un revato.
Las cosechas de este territorio son trigo, maiz, ganado, caña, frexoles, mucha tinta, y tule para hacer petates; con que sacan bastantes reales. La gente anda en suma desnudez; el Ydioma, que tienen el Castellano, aunque las mugeres están poco expeditas en este. La renta, que produce el curato, asciende á 1829 pesos, y quatro reales, segun informe del cura, y lo que aparece en el quadrante. En caso de Vacante se procurará proveher en Quien sepa el Ydioma Nahuate, porque no dexa de necesitarse para las mugeres y niños. De el modo, que pinta las escuelas se deduce, que no las hay, y solamente se pucieron en la vicita, pues dice; que desde su ingreso al Curato las há procurado; pero que esto lo concigue por poco tiempo siempre, que sobre ello insta.
Respecto á vicios, y abusos se explica assi en sus respuestas; que en nueve años, que ha que es Cura lo que mas lo aflixe es la falta de Justicia en los ministros de ella; porque á mas de la natural decidía, que los constituye inutiles; no pueden obrar por si, sino por dictamen de los Yndios viejos; y como estos por amistad, ó parentesco regularmente son parciales de los delinquentes, quasi siempre se frustra la execucion del castigo; de que resultan los robos, embriaguezes, estupros, adulterios, y otros excesos inveterados, y que no hay enmienda alguna=Que ignora se haya quedado alguno de sus feligreces sin cumplir los preceptos de confesar, y comulgar; pero que á advertido bastante negligencia en oyr misa los dias de fiesta, y la explicacion de la doctrina; mayormente en los Padres para embiar à sus hijos á aprenderla; que ha aplicado para esto todos los medios, que le han parecido eficaces, y que ha conceguido poca enmienda.
Que save la ceparacion de muchos casados, por andar los maridos profugos, é ignorarse su paradero, á excepcion de uno; que aunque lo save, no ha sido pocible unirlo con su Muger; no obstante de haverse aplicado quantos medios caven en el asunto.
Que há notado generalmente en su Curato; que para convidarse unos Pueblos á otros á la solemnidad de sus fiestas, se embian una carta, la qual es recivida con aparato de culto, con cruz alta, ciriales, yncensario, y palio, la entran à la Yglecia con procecion solemne hasta el Altar mayor; pero que aunque há conceguido, que en su precencia no se practique este exceso; pero que no ignora, que en su ausencia la cometen, áunque con alguna cautela.=Assimismo há notado; que unos Vayles, se atreven con notable desacato á danzarlos dentro las propias Yglecias, á que concurre mucho numero de gente de ambos sexos, y de todas edades; y que lo mas que há conceguido es, que salen á hacer dhas danzas en el sementerio.=
Assimismo há notado el supersticioso abuso, que llaman Nahuite, que se reduce à un obsequio, que hacen el quarto dia despues de la muerte de cada uno, poniendo en la cama donde murio atoles, gallinas, y otras viandas de su uso; persuadidos, á que viene el difunto ese dia á despedirse de su casa, y parientes; cuya venida esperan cantando alabados, y otras oraciones, con que parece lo llaman.=Y que este abuso, y otros en que inciden con frequencia parese, que hàn sesado con sus exhortaciones, y poniendo espias para que le avisàran. Hasta aqui el cura en sus respuestas.
Aqui comienza á descubrirse quanto cuidado pusieron los Curas para que nada se manifestàra en la vicita, principalmente contra ellos; pues tubo este valor de oyr tras cortina lo que los Yndios me estaban diciendo, y animo para salir á mi precencia á interrumpirlos; como con efecto los interrumpiò, sín atreverse los micerables, ni á continuar, sí tenian otras quejas, ni à proseguir la que havian comenzado por el maltratamiento del coadjutor; pero aùn todo esto es nada, cotejado con lo sucedido en la Parroquia de Mita, en que un coadjutor se puso de propocito á persuadir en el pulpito á los Parroquainos que faltaban gravemente de manifestarme cosa alguna contra los Sacerdores; por que estos, solo á Dios deven responder de sus acciones; y que el edicto, que se promulga no liga la conciencia; y que solamente se lee ad terrorem, haviendo sido este el asunto de su sermon; por cuyo motivo nada se hà denunciado, sino lo que es Publico, he visto, y no se podia dudar que lo sabia; de que se infiere, que aunque aparezcan en este escrito tantos desordenes, son precisamente los que no pudieron ocultarse.
No obstante, que en esta Parroquia se atribuye á la falta de Justicia los vicios que dominan en ella, y de que no se experimenta enmienda alguna, y son robos, embriaguezes, adulterios, estupros, y otros excesos inveterados; hay que reflexionar sobre ello, suponiendo que hay, y estàn inveterados tales vicios, y otros excesos. Lo primero que el atribuirlos, á falta de Justicia, yá es queja de otras Parroquias, como puede verse en la de Almolonga, Alotenango, Santiago Zacatepeques, y otras; y no tendria repugnancia en temer, que estos vicios, y otras con que es Dios tan torpemente ofendido, no sean castigados por las Justicias; guardando, y recervando esta facultad para cobrar su srepartos, para quando les parece no estar servidos por los Yndios segun su antojo, y para quando recistan en caso de hacerles semejantes violecnias; pero, edxada esta, paso á otras reflexiones sobre el asunto.
1.ª Es constante; que muchos de los referidos vicios, no solamente los cometen los Yndios, sino tambien, y mucho mas, los Ladinos, y Españoles; y que los castigos que se piden, ciertamente no es para los Españoles, y Ladinos, sino para los Yndios; conque no deja de ser cosa muy violenta, el que comprehendidos todos en el delito, haya de recaer el castigo sobre unos, y no sobre todos.
2.ª Yo no puedo acomodarme, ni sentir bien el methodo, que se observa en el castigo de los Yndios, ni que hayan tantos que puedan influir en que sean castigados; puede hacerlso castigar el cura, y sus coadjutores; pueden hacerlos castigar los Alcaldes mayores; y todos sus interezados, y dependientes; pueden hacerlos castigar los Alcaldes de Yndios, y aun Principales; pueden castigarlos otros, y aun no seria exageracion decir, que todos pueden castigarlos.
Estos castigos suelen ser demaciado conciderables, maiorm.te los que sufren por sus ALcaldes, pues suelen ser cruelissimos. Estos castigos se executan sin la menor justificacion, y sin dar lugar á defenza, y por conciguiente pueden ser sin culpa, y por acusacion y malisiosa. Estos castigos se executan publicamente en la Plaza, amarrados los Ynfelices Yndiso á una picota sin distincion de Gentes, sexos, y estados; suelen ser azotados sus mismos Alcaldes, se azota sin recato aún a las Mugeres casadas, y libres; todo lo que influye necesariamente, en que vivan sin rubor y verguenza, y con mas facilidad á abandonarse á las culpas mas groceras.
3.ª La frequencia de este genero de castigo, y el executarse con toda especie de gente con culpa, ó sin ella; ni produce, ni puede producir efecto alguno bueno, antes bien, al trocado, muchos malos; y entre ellos, el que nada hacen, ni dexan de hacer los Y ndios por temor de este castigo, á que están acostumbrados; y sino fuera tan frequente, sino alguna vez, ó dos, y con causa, y que fuera embarazo para ocupar empleos en sus ayuntamientos, y cofradias, lo qual apetecen muchissimos; pueden ser, que produxera algun efecto.
4.ª Examinese si es, ó no conforme al espiritu de la Yglecia el violentar á los Yndios con azotes, para oyr misa, y para confesar, y comulgar en la quaresma, como se hace muy regularmente; y que juicio puede formarse del cumplimeinto de estos preceptos, violentados por el castigo; quando se save, que por voluntad, ni quieren oyr misa, ni confesarse, ni comulgarse, como lo declaran muchos curas, y consta á todos.
El que diga el cura; que no le consta, que ninguno de sus feligreses no haya cumplido con los preceptos de confesar, y comulgar; no es argumento, de que hayan cumplido todos; porque ni forman padrones, ni tienen cuidado proporcionado, ni quasi lo pueden tener en Parroquais tan derramadas, y numerosas; á que se aumenta, el que como se hallan habituados á ver tales monstruosidades, y desordenes, y á no poder salir con cosa alguna, para poder remediarlas; las dexan correr, sin ahcerles particular imprecion; y esto se convence; en que teniendo noticia, de que hay muchos. Casados separados, no dice, ni save quantos son, ni quienes; porque no les hace nobedad, viendo que sucede mui frequentemente; ni tampoco les seria facil unirlso, como le acontece con el uno, que save haviendo aplicado varios medios.
Precerà cosa inverisimil; pero es cierta; que es sumamente dificultoso remediar exceso alguno, á que contribuye el ser estas gentes en extremo mentirosas, y no causarles rubor ser cogidas en mentira; el no reparar en jurar falsamente; el no respetar ley alguna; el ser faciles á ser sobornadas, y cohechadas; el ser tierra abierta, que con facilidad se mudan de domicilio; y otras circunstnacias que omito, y para todo bastaria el ningun temor, que se tiene á Dios, ni verguenza para arrojarse a todo genero de iniquidad; con esto los procesos, que se forman es un enrredo de mentiras, y perjurios con que no hallan los Jueces por donde partir; las providencias, que se toman apenas se cumple alguna, y quando se cumple muy mal; de suerte que no hay medios con que juntar á los conjuges separados; ni para que se cumplan los preceptos de confesar, comulgar, y oir Misa; ni imperdir amancebamientos; ni para cosa alguna; de modo, que viendo los enredos con que todo se tergiversa, es mi adagio: no há llegado el tiempo; chocamos contra la providencia Divina; y assi no es de admirar diga este cura; que varias cosas se hallan sin emmienda, aunque haya puesto medios como dice.
Los excesos supersticiosos en el modo de recivir las cartas, quando se conbidan unos Pueblos á otros en sus fiestas, es muy frequente; y sino lo hán puesto los curas en las mas Parroquias, es por no tener ello el menor escrupulo. Estos combites se reducen á una embriaguez de todas horas, á una desonestidad continuada, á juegos excesivos de varios concu= rrentes, principalmente Ladinos, y Españoles, y á Vayles torpes por la noche; á que debo agregar, que todo esto se mira con mucha indiferencia; y aumentar lo que en la Parroquia de San Pedro Carchá me sucedio con el cura. Tiene esta Parroq.a dos Pueblos, uno se llama de San Pedro, y otro de San Juan; hallandome de vicita muy proximo á estas fiestas, me pidio el cura licencia para que pudieran ocmer carne en las vigilias de San Juan, y de San Pedro, con el motivo de ser este dia de los combites, á que concurrian innumerables gentes de Coban y de otras partes; y recervando este lance para quando se trate de dha Parroquai, sirva solamente aqui para que se vea el ningun escrupulo, que hacen los curas de estos excesos, quando influyen con su intercecion á que se fomenten, y continùen.
Es cierto, que lso Yndios gastan demaciado en los Templos, y en sus fiestas; pero esto en ellos es argumento muy equivoco de su Religion, yà por su propencion natural á coetes, mucicas, danzas &&.a yà, porque facilmentes se desprenden de sus bienes; y yà tambien puede ser, para facilitar ocacion en las concurrencias, á las embriaguezes, y deshonestidades, á que propenden, contribuyendo á todo su poca instruccion, é ydiotismo.