Comentarios del Pueblo Araucano/02
MANUEL MANQUILEF
Yo, Manuel Segundo Manquilef, nací en la revoltosa comarca de Makewa, en el lugar denominado Mütrenko, el 31 de Mayo de 1887.
Mi padre el cacique Fermin Trekamañ Manquilef [1] i mi madre la cautiva chilena, Trinidad González, criáronme como hasta la edad de un año, época en que se me entregó a mi abuela paterna.
Esta me cuidó como una reliquia de sus esperanzas.
Mi abuelita vivia en Pelal, pertenencias actuales del cacique Manquilef, lugar situado a legua i media al S. O. de la estacion de Quepe.
Allí en Pelal, en medio de los matorrales, recuerdo frescamente las primeras representaciones de mi infancia. Vestido con un negro chiripan, (especie de pantalon) con una mantita listada i con un lindo trarilonco encarnado, corria alegremente tras el numeroso rebaño lanar, conduciendo por las tardes al corral dos o tres corderitos nuevos.
¡Oh! esas primeras representaciones jamas se olvidan i por eso nunca borraré de mi mente la vez primera que mi ayin kukú, amada abuelita, me hizo cantar los lindos amorosos versos, que ella me habia enseñado, a la simpática Mecei, indiecita que hoi es machi i pasa por ser la mas bella de Pelal.
Tampoco olvidaré la parte activa que tomé en los neikurewen i en los machitun o kamarikun, cuando a1 son ya del kultrun, ya de la trutruka, ya del klarin, ya del lolkiñ, levantaba alternativamente mis rodillas para bailar el purün, simple baile: el choikepurün, baile del choique; el tregülpurün, baile del queltehue; i cuán agradable era para mí mover la cabeza al compas de los instrumentos para danzar el famoso lonkomeu, baile de la cabeza!
Frescos están todavía los ratos agradables que pasó en compañía de varios muchachos de mi edad, cuando pastoreábamos las yeguas i en los momentos de ocio jugábamos al kechukawe i al awarkuden formando una algazara fenomenal.
En otras ocasiones avivábamos nuestra pereza organizando un paliñ, juego en donde rivalizábamos en ser los mejores para el mallkotun, pelotear, i para entonar el famoso diálogo diniliyiñ.
La siesta, o sea la hora del meridiano, venia a señalar el término de nuestra jugata para conducir nuestros animales a1 estero, en donde nosotros rivalizábamos en ser los mejores weyelkantufe, nadadores.
Ante todo, réstame decir que todos mis compañeros de juego sabian que era hijo de una chilena i como practicase las costumbres igual i, a veces, mejor que ellos, designáronme con el apodo de Cheuntu, que quiere decir: el que se vuelve jente. De este modo, pues, viene el nombre de Segundo con que tambien se me bautizó.
Tal fué, pues, mi primera educacion i crianza.
Permaneciendo una tarde a la orilla del fogon de mi ruka, teniendo a mi abuelita en mi frente i estando yo con mis piernas cruzadas raspando una papa para engullirmela con medkeñ (sal molida con ají); vi repentinamente a una señora con mi padre i que con ánias me contemplaban. La señora me habló i yo corrí a las rodillas de mi abuela sin entender una palabra del idioma que la chiñurra hablaba. Al dia siguiente se me condujo a una escuela pagada en donde permanecí tres meses, logrando huir furtivamente, al fin de ese tiempo, a mi tierra. En esta escuela aprendí a articular palabritas chilenas.
A fin de que no huyese mas se me llevó a Temuco a la escuela elemental rejentada por mi compatriota i actual amigo don Manuel Antonio Neculman.
En este establecimiento aprendí a hablar con cierta correccion el idioma; ademas leia i escribia con notable perfeccion.
Permanecí en la escuela del señor Neculman seis años, pasando despues a la superior rejentada por Don José del Cármen Alvarado.
En el año 1900 ingresé a las aulas del Liceo, en donde tuve como profesor de Castellano durante dos años al distinguido escritor i rector del establecimiento don Tomas Guevara.
Por consejos i por recomendaciones del visitador de escuelas de Cautin, don Salvador Castañeda, resolví presentarme como aspirante a normalista i el 26 de Diciembre de 1901 rendí exámen de admision en la Escuela Normal de Chillan.
En Chillan permanecí desde Marzo de 1902 hasta el 24 de Diciembre de 1906, época en que recibí mi titulo como preceptor normalista.
Como normalista i como ex-alumno del Liceo de Temuco, llegué a la rectoría de este establecimiento solicitando un puesto i el distinguido pedagogo don Tomas Guevara, con esa amabilidad i esa sinceridad que le distinguen, ofrecióme para miéntras el puesto de Escribiente i Bibliotecario.
En este puesto pude aprender mucho, leia constantemente i mui a menudo consultaba a mi jefe, llegando a adquirir con el Señor Guevara «relaciones de íntima seriedad [2]».
Permanecia ya dos meses en mi puesto, cuando se me nombró, ademas, Inspector del Curso Práctico. Con estas ocupaciones permanecí todo el año de 1907, retirándome, en seguida, del establecimiento por haberse suprimido el Curso Práctico.
El año de 1908 fuí profesor del idioma mapuche en el «Internado Araucano» que sostiene la mision inglesa en Quepe.
Una vez vuelto a Temuco, algunos colejios particulares, honráronme con su confianza, contándome entre sus profesores. Entre estos establecimientos está el «Instituto Aleman-Chileno» en donde se implanta la co-educacion, i el de señoritas denominado «Colegio Santa Filomena».
Estando aun en Quepe recibí en Marzo de 1909 la trascripcion del nombramiento que se me hacia como profesor de Jimnasia i de Caligrafía del Liceo de Temuco.
Temuco, 30 de Mayo 1910.