Coloquios espirituales y sacramentales y poesías sagradas/El obraje divino





LIBRO PRIMERO
DE
LOS COLOQUIOS DIVINOS
DEL DIVINO POETA
FERNÁN GONZÁLEZ DE ESLAVA,
QUE ESTE PRIMERO SE INTITULA
EL OBRAJE DIVINO.
SON INTERLOCUTORES:
La Nueva España, que dice la Loa; lleva en la mano un corazón.—La Penitencia.Un Letrado.El Hombre mundano.El Favor divino.El Descuido.—El Engaño.La Malicia.La Iglesia Militante. Sale después de la Loa La Penitencia vestida de sayal pardo, con unas tijeras de tundir y una rebotadera en la mano.
LOA AL VIREY.
Nueva España.

Espejo donde se muestra
La virtud que lo acompaña;
Señor, yo soy Nueva España,
Que mi alma en verse vuestra
En mar de gloria se baña.
Las mujeres y varones
De toda nuestra region,
Movidos con aficion,
De todos sus corazones
Os dan este corazon.
Señor, no le desprecieis
Pues es don que á Dios se ofrece,
Y en él claro se parece
Lo mucho que mereceis
Y lo que mi fe merece.
Con alas de amor se extiende
Mi querer firme y extraño,
Puro, sin mezcla de engaño;
Muestra por donde se entiende
La fineza de mi paño.

Vuestra virtud reverbera
En mi corazon constante,
Y él será de aquí adelante
A vuestro querer de cera
Y á los vicios de diamante.
Compáselo aquel compás
Que á vuestro querer cumpliere,
Que lo que en él se imprimiere
Imprimirá en los demas.
Que quieren lo que este quiere.
Lo que á recitar se viene
A todos será consuelo:
Trátase con santo celo
De los Obrajes que tiene
Nuestro Dios en tierra y cielo.
Penitencia, que sustenta
El Obraje consagrado.
Trata con cierto Letrado
Los paños de mucha cuenta
Que el Señor siempre ha labrado.
Luego sale el Hombre humano
En su voluntad subido:
Va desnudo y sin vestido,
Y el Auxilio soberano
Le dice que va perdido.
El Descuido saldrá luego.
Que es del Pecador criado;
Va de aqueste acompañado.
Porque descuidado y ciego
Está aquel que está en pecado.
Anda Engaño en sus cautelas,
Y Malicia su querida:
Trata esta gente perdida
De las tramas y las telas
Del Obraje desta vida.
Yendo á Dios el Pecador
Esta gente lo saltea.
Vístelo de su librea;
Mas el Divino Favor
Le muestra que es ropa fea.
Luego el Hombre se dispone.
Porque el que yerra y se enmienda
Dicen que á Dios se encomienda,
Y la Gracia le compone
De los paños de su tienda.
En la Iglesia podrán ver
Paños de todos colores;
Escojan todos, señores.
Que bien hay en que escoger
Los justos y pecadores.

COMIENZA LA OBRA.
Penitencia.

Es refrán entre la gente
Que dice: quien trata en lana
Es cierto que en oro mana;
Este trato es conviniente
Para la gente cristiana.
Trabaje con eficacia
Sus culpas descadillando;
Hile y teja bien obrando.
Que en tesoro de la Gracia
Andará siempre manando.

Letrado.

Decidme quién sois, señora.

Penitencia.

Sabrás que soy Penitencia.

Letrado.

Huélgome con su presencia.
Mas dígame ¿es tundidora?

Penitencia.

Sí, que tundo la conciencia.

Letrado.

¿Y trabájase contino?

Penitencia.

El trabajo es importante.

Letrado.

¿Dó vive tan vigilante?

Penitencia.

En el Obraje divino
De la Iglesia militante.

Letrado.

Decid ¿qué lana labráis?

Penitencia.

La del Divino Cordero,
Que se cardó en el madero
Porque su paño vistais.

Letrado.

Pues decidme ¿es Dios pañero?

Penitencia.

Para que de esto saqueis
Cosas en vuestro provecho,
Yo os dejaré satisfecho,
De suerte que entendereis
Los paños que Dios ha hecho.
Hizo el Señor inefable
En su Obraje celestial
Aquel paño angelical,
Y en paño tan admirable
Cayó polilla infernal.

Letrado.

No paseis más adelante:
¿Cuándo cayó esa polilla?

Penitencia.

Cayóle aquella mancilla
Por querer ser semejante
Al que todo se le humilla.

Letrado.

Ese mal solo ha caido
En quien siguió á Lucifer.

Penitencia.

Y de eso vino á nacer
Que de verse tan perdido
Nos quiere echar á perder.
Viendo este paño dañado
El Artífice del Cielo
Hizo otro Obraje en el suelo.

Letrado.

¿Y en qué parte fué fundado?

Penitencia.

En el verjel de consuelo.

Letrado.

Pues decidme ¿de qué modo
Vino Dios á tener lana?

Penitencia.

Con una invencion galana:
Haciendo paño de lodo,
Que es nuestra Natura humana.

Letrado.

Admirable fué la traza
Con que lo trazó el Divino.

Penitencia.

De esta tela el mal nos vino,
Porque en fin cayó la raza
En este paño tan fino.

Letrado.

¿Con qué raza se dañó
Paño de tanta excelencia?

Penitencia.

Con raza de inobediencia,
Cuando el mando quebrantó
De la Suma Providencia.

Letrado.

¿Y acá qué culpa tenemos
De lo que no cometimos?

Penitencia.

En Adan todos caimos,
Y con la raza nacemos
De los padres que tuvimos.

Letrado.

Declaradme por qué vía
Soldó Dios un mal tamaño.

Penitencia.

Con que de este mismo paño
Sacó á la Vírgen María
Para remediar tal daño.

Letrado.

Si María es de esta pieza.
Manchóla forzosamente.

Penitencia.

Libróla el Omnipotente
Para quebrar la cabeza
A la maldita serpiente.
Y pareciendo esta rosa
Ser hija de Adan tambien.
Dijo, mostrando su bien:
«Nigra soy, mas soy hermosa,
Hijas de Jerusalem.»
Viendo este paño lucido
Que en sí tanto bien encierra.
Dios, que es Rey de paz y guerra.
Luego quiso ser vestido
De este paño de la tierra.

Letrado.

¿Pues cómo el Rey soberano
A vestirse al mundo vino?

Penitencia.

Es cierto que asi convino,
Vestirse del paño humano
Por vestirnos del divino.

Letrado.

Haria Dios ese hato
Con poco, aquesto está claro.

Penitencia.

No lo hizo Dios de avaro,
Sino por darnos barato
Lo que le costó tan caro.

Letrado.

Vedaba Dios hacer ropa
De estopa y lana mezclada;
Si esta ley por Dios fué dada,
¿Por qué juntó nuestra estopa
Con su lana consagrada?

Penitencia.

Dió Dios aquese precepto
Y regla para su grey,
y, en cuanto Hombre, el sumo Rey
Estuvo á la ley sujeto;
Cuanto Dios, sobre la ley.

Letrado.

¿Qué es esa?

Penitencia.

Rebotadera.

Letrado.

¿Qué rebota?

Penitencia.

El pensamiento
Con grave remordimiento
Del castigo que se espera
En el eterno tormento.

Letrado.

¿Y cómo rebota el pelo,
Lo rebota y lo levanta?

Penitencia.

Huélgome que ya te espanta:
Mira que aquese recelo
Corta esta tijera santa.

Letrado.

Y esas tijeras pulidas
¿Qué denotan? Decid vos.

Penitencia.

Mira bien como son dos.
En un propio amor unidas
De tu prójimo y de Dios.

Letrado.

Tijera en amor labrada,
Venturoso el que la tiene.

Penitencia.

Que la tengamos conviene:
Y entremos en mi posada,
Que no sé qué gente viene.

Entranse, y sale un Hombre, caballero en el caballo de su sensualidad, desnudo en cueros, y el caballo muy aderezado, y el freno de la Razon caido.
Hombre.

¡Qué sosiego! Qué contento!
Qué gozo! Qué suavidad!
Qué vida de libertad,
Do me ofrece el pensamiento
La suma felicidad!
Lo que más me satisface
Es ser de todos querido;
En buen punto fuí nacido,
Pues que todo se me hace
De la suerte que lo pido.

Entra el Divino Favor en trage de peregrino dando voces.
Favor.

¡Ah Pecador! ¡Ah cristiano!

Hombre.[1]

¿Quién llama? ¿Quién está ahí?
Quizá no dicen á mí.

Favor.

¡Ah Pecador! ¡Ah mundano!
Mira que mires por ti.

Hombre.

¿Quién con tan tristes clamores
Quiere estorbar mi camino?

Favor.

Yo, que soy Favor divino,
Que buscando pecadores
Ando como peregrino.
Hombre, ¿para dó caminas?

Hombre

Donde mi caballo quiere.

Favor.

Dirá quien eso te oyere
Que eres loco y desatinas
Si tú vas por donde él quiere.
Vuelve en ti, vuelve y repara:
¿Así vas de esta manera
En aquesta bestia fiera?
Cierto que te despeñara
Si Dios no te socorriera.

Hombre

¿Dónde va mi voluntad?

Favor.

Camino de perdicion.
Porque vas sin atencion
Sobre tu sensualidad,
Y sin freno de razon.

Hombre

Mírelo, que freno tiene.

Favor.

Tiénelo desconcertado.

Hombre

¿Quién hizo aqueso?

Favor.

El pecado.
Concertarlo te conviene
Viviendo con mas cuidado.
Desciende de ese caballo.

Hombre

¿Por qué quieres que descienda?

Favor.

Porque lo lleves de rienda,
Y puedas mejor guiallo
Al camino de la enmienda.
¿No es vanidad todo aqueso?
Eso sin ninguna duda,
Y de gente torpe y, ruda,
El caballo muy compuesto
Y el alma que esté desnuda.

Hombre

¿Quién vestido me dará?
Porque en verme estoy confuso.

Favor.

Si tu alma se dispuso.
Con gracia la vestirá
Dios, que lo tiene por uso.

Hombre.

¿Y qué tengo de hacer
Para alcanzar su favor?

Favor.

Has de saber, pecador.
Que el principio del saber
Es el temor del Señor.
Y si vas con buen intento,
Toparás con una dama
Que Penitencia se llama.
La cual por su regimiento
Viste á los que Dios más ama.
Huye, huye, por do fueres.
Del Engaño y la Mentira,
Malicia que flechas tira,
y doquiera que estuvieres
Mira como Dios te mira.

Váse el Favor Divino, y entra el Descuido, simple.
Descuido.

Io, Señor, que diga arre:
¿No lo entiende lo. que digo?
¿Quiéreme llevar consigo?
Porque si no me llevare.
Lléveselo el enemigo.

Hombre

Necio, ¿no tendrás crianza?

Descuido.

Si la tengo, en buena fe;
Que al piltonte la compré.

Hombre

¿Dó la tienes?

Descuido.

En la panza.
Miento; en casa la dejé.

Hombre

Con aquesas boberías,
Descuido, tú me consuelas.

Descuido.

Pues así se vea sin muelas,
¿Es del gigante Golias
El caballo y las espuelas?

Hombre.

Es de mi casta y señal,
Y lo tengo regalado.

Descuido.

Si se lo dió Juan del Prado,
Mire no le venga mal,
Que me parece hurtado,
Diga. ¿quién le dió el potrillo?

Hombre.

¡Ah Descuido! ten empacho.

Descuido.

Diga, ¿es hijo del borracho?
¿O es de casta del zarquillo?
¿Corre bien, ó corre gacho?

Hombre.

Mejor es que Zamorilla.

Descuido.

Paréceme cimarròn:
Es, déle un repelón;
Poco deprendió de silla,
Más deprendió de albardon.

Hombre.

Mira, yo no soy jinete,
Ni persona me lo enseña.

Descuido.

Va como carga de leña:
Hiera, hiera de rodete,
Y esté firme como peña.

Hombre.

Bien apuntas la jineta:
¿Deprendiste de la brida?

Descuido.

Deprendílo, por su vida,
Y corrí una burra prieta,
Y costóme una caida.

Hombre.

¿Qué tan caro te costó?

Descuido.

Señor, costóme el diablo.
¿No entiende bien lo que hablo?
No corra do corrí yo,
Que fué junto de S. Pablo.

Hombre.

Yo tomaré tu consejo.

Descuido.

Pues no corra su alimaña:
Corra un caballo de caña
Y póngale un barboquejo,
Que sabrá darse más maña.

Hombre.

Falta será de saber
Hacer lo que me aconsejas.

Descuido.

Cuando corriere parejas,
Si no se sabe tener
Volará por las orejas.

Hombre.

Jamas no le correré,
Y esto será más cordura.

Descuido.

Pues béselo al andadura.

Hombre.

Eso quizá lo haré
Por ser cosa más segura.

Descuido.

¿No sabe lo que pensaba?
Que tome un recio mecate,
Y en el caballo se ate.

Hombre.

Salir á correr atado
Será grande disparate.

Descuido.

Mire mi amo en qué pára.

Hombre.

Calla, que esta es invencion.

Descuido.

Si lo tumba ese troton,
¿No es mejor mancilla en cara
Que vergüenza en corazón?

Entra el Favor Divino otra vez.

Favor.

Hombre. ¿qué estás bobeando?
¿Ya olvidaste tan aina
A la inspiración divina,

Y á Descuido estás hablando,
Que es un loco y desatina?
Será causa que destruya.
Tus obras, y queden mancas
Con la gran simpleza suya.

Descuido

Ruéguele por vida suya
Que me lleve ahí á las ancas.

Favor

Tiene torpezas sin fin,
Y sin jugo como trueno.

Descuido.

Míreme de lleno en lleno.
Pues aunque me ve ruin
Algun dia seré bueno.

Favor.

Déjalo, que es un perdido:
Ven, prosigue tu viaje.

Descuido.

Lléveme, que soy su paje.
¿No me llevas? Ya se ha ido;
Pues á fe que yo lo ataje.

Entrase y sale el Engaño con dos caras, que es mayordomo del Obraje del mundo, y tras el la Malicia con un arco y flechas
Engaño.

En su propria voluntad
Queda el Hombre caballero:
El irá como yo quiero
Al monte de vanidad
Que es alto despeñadero.
De cosas que son ajenas
Lleva el caballo con galas;
Detíénese en cosas malas
Y pasa por cosas buenas
Más ligero que con alas.

Malicia.

¡Ah Señor! ¿Para qué entró
Fulano en cas de fulana?
La otra ¿por qué es galana?
¿Y estotro por qué miró
Dos veces á una ventana?
A fulano no lo entiendo
¿Un caballo no le basta?
Esotra dice que es casta,
Pues zatano irá huyendo
Porque no teniendo gasta.

Engaño.

¡Ah Malicia! ¿Qué te has hecho?

Malicia.

¿Mas tú que haces, Engaño?

Engaño.

Hago lo proprio que antaño:
Busco para mí el provecho
Y á los otros busco daño.

Malicia.

Pues yo ¿duérmome en las pajas?
Por mí ¿quién no se desquicia?

Engaño.

Digo que eres de cudicia,
Mas conmigo y mis barajas
No te compares, Malicia.

Malicia.

¿Tu ciencia quieres poner
Con la mia, que es más alta?

Engaño.

Ya como granizo salta.

Malicia.

No salto, mas soy mujer
Para darte quince y falta.

Engaño.

¿Pues conmigo te comparas?

Malicia.

¿Por qué no? ¿Quién lo repugna?

Engaño.

Porque, pese á la fortuna.
Yo soy doblón de dos caras
Y tú no tienes más de una.

Malicia.

Con mi Cara estoy contenta.

Engaño.

Dí, ¿qué negocios ordenas?

Malicia.

Hartos tengo á manos llenas,
Y no es más de tener cuenta
De juzgar vidas agenas.

Engaño.

¿Arco llevas y saeta?
Pareces al Dios Cupido.

Malicia.

Mi tiro es tan encendido.
Que lleva yerba secreta
De un malicioso sentido.

Engaño.

Siempre tengo que hacer
En cien mil tramas que fundo,
Vivo contento y yocundo
Porque estoy á mi placer
En el Obraje del mundo.

Malicia.

Dime ¿de eso qué te viene?

Engaño.

En casa de este señor
Soy mayordomo mayor,
Y en el Obraje que tiene
Vivo como emperador.

Malicia.

¿Quién es una moza lúcia
Que tienes en tu posada?

Engaño.

Es la carne regalada.

Malicia.

¿Pues aquella lana sucia
Anda tan aderezada?

Engaño.

Hila, trama, teje y siembra,
Urde como artificiosa.

Malicia.

Calla, que no vale cosa.

Engaño.

Calla tú, que por ser hembra
Te mueres como envidiosa.

Malicia.

Ciego estás y aficionado,
Si aquella bien te parece.

Engaño.

Ella en el mundo florece,
Y estoyle muy obligado
Por ]o mucho que merece.

Malicia.

Por ver lo que en ti tenia
Dije de ella aquesa afrenta;
¿No sabes que es mi parienta?

Engaño.

Huélgome, por vida mia,
Que es dama de mucha cuenta.

Malicia.

Dime agora de tus trampas:
¿Haces bien del mayordomo?

Engaño.

Trato, cambio, dejo y tomo,
Y en las trampas y trapazas
Pongo mis sellos de plomo.

Malicia.

En tu obraje para mientes:
¿Quién tienes por cardadores?

Engaño.

¿Sabes quién? Loa disfavores
Que cardan entre sus dientes
A los tristes amadores.

Malicia.

Querria saber quién hila.

Engaño.

El deseo enamorado,
Que lo hila tan delgado
Que el vivir se desahila
De un hilo solo colgado.

Malicia.

Di, ¿quién sirve de tijeras?

Engaño.

Las damas y sus vestidos,
Que á los de ellas más queridos
Suelen tundir tan de veras
Que los dejan muy raidos.
Unos muchachos á pares
Que amanecen en espuertas
Colgados por esas puertas,
Son telas de mis telares
Que se tejen encubiertas.

Malicia.

Esas telas, esas tramas
¿Cómo te salen enteras?

Engaño.

Con unas viejas santeras
Que entre galanes y damas
Andan como lanzaderas.

Malicia.

Si tal Obraje sustentas
No tienes que desear.

Engaño.

Es Obraje singular:
Tengo cien mil herramientas
Que te dejo de contar.

Malicia.

Con aqueso irá tu nombre
Levantándose contino.

Engaño.

Salgámonos al camino.
Que va caminando el Hombre
Para el Obraje divino.

Vánse, y sale el Hombre por el camino de la Penitencia, y tras él el Descuido
Hombre.

¡Qué camino tan estrecho!
¡Qué solo, qué trabajoso!
Cierto que es dificultoso;
Mas las cosas de provecho
No se ganan con reposo.

Descuido.

¿Es mi amo? Es? No es?
Acabe, dígalo luego.

Hombre.

No me turbes mi sosiego.

Descuido.

Cuando le vi la otra vez
Pensé que era pato ciego.
Diga ¿no tuvo mancilla
Cuando ayer me despidió?

Hombre.

¿Qué traes ahí?

Descuido.

¿Qué sé yo?
Aqui traigo en la esportilla
A la gata que parió.

Hombre.

¿Qué, siempre has de necear
Y venirme con rebatos?

Descuido.

Calle, que juro á Pilatos
Que le lengo de poblar
Una estancia de estos gatos.

Hombre.

Vete delante de mí.

Descuido.

Mire aquese que se muere.

Hombre.

Ya no hay seso que te espere.

Descuido.

Ya los echó por ahí,
Pues dice que no los quiere.
Oh! cómo corren de gana!
Andá por esos rincones
Andá, cázame ratones;
Si se van á la sabana
Presto serán cimarrones.

Entra el Engaño y Malicia, y presentan al Hombre un capotillo bordado por de fuera, y por de dentro lleno de andrajos y remendado.
Engaño.

Malicia, el arco en la mano,
Que el tiro se te apareja.

Malicia.

Deja, Engaño, esa conseja,
Y tú como buen alano
Carga, carga de la oreja.

Engaño.

¿Pues por camino tan agro
Viene por este desierto?
Espantado estoy por cierto.

Malicia.

Yo tengo por gran milagro
Pasarlo sin quedar muerto.

Hombre.

Voy á cobrar los tributos
Que se dan por la virtud.

Engaño.

Que mire por su salud,
Pues no perderá esos frutos
Por un rato de quietud.

Malicia.

¿Maravíllaste ignorante?

Descuido.

A fe que me maravillo.

Malicia.

Di de qué: ¿sabrás decillo?

Descuido.

De veros cara adelante
Y otra cara al colodrillo.

Malicia.

Calla, necio sin saber.

Descuido.

Calla tú, cara de mueca,
Y ponte, ponte una rueca.
Pues que traes, siendo mujer.
Arco como chichimeca.

Engaño.

Hablando de esa manera
No habrá quien bien te responda.

Descuido.

Dios le guarde á piedra y honda:
No sé cuál es la trasera
Con andarle á la redonda.

Engaño.

Di, ¿sabrás darme remedio?

Descuido.

Sí le daré, juri á ños:
Haced luego aquesto vos.
Con que os aserréis por medio
Podréis hacer de uno dos.

Malicia.

Venga, y será regalado.

Hombre.

Esme forzado partirme.

Engaño.

¿Do va?

Hombre.

Do pueda vestirme.
Que estoy tan necesitado
Que no tengo que cubrirme.

Engaño.

No le dé pena, Señor,
Tome aqueste tudesquillo.

Hombre.

Cierto, no he de recibillo.

Engaño.

Reciba de un servidor
Que ha contino de servillo.

Hombre.

No lo tengo de tomar.

Malicia.

No cure de resistir:
Mire que suelen decir,
Que no sabe después dar
Quien no sabe recibir.

Hombre.

A mí tanta cortesía,
¿Por qué, señores honrados?

Engaño.

¿Por qué? Pese á mis pecados,
¿No es hecho de hidalguía
Servir á hombres honrados?
Ponle bien ese galdrés,
Ponle de buena postura:
Miren qué linda hechura.

Malicia.

Plega á Dios que cual él es
Haga Dios á su ventura.

Engaño.

Alabar puede su arte
Entre moros y cristianos.

Malicia.

Es labrado por mis manos.

Engaño.

Yo tambien hice parte
De esas flores y romanos.

Hombre.

Del capote y la posada,
De todo voy satisfecho.

Engaño.

Qué! no es nada de provecho.,
Ni el capote vale nada
Ni es nada lo que hemos hecho.

Hombre.

Quiero proseguir mi via.
Que no es bien que me detenga:
Por su servidor me tenga.

Malicia.

Lo que para mí querría,
Eso ruego á Dios le venga.

Hombre.

¡Oh qué grande alteracion!
¡Válgame Dios! ¿Quién me toca?
¿Quién me toca y me provoca?
Parece que el corazon
Me revienta por la boca.
El cuerpo me tiembla todo
Y parece que no veo.
¿Soy quien era? No lo creo.
Cierto que me dan del codo
Y á quién me da no le veo.

Entra el Favor Divino.
Favor.

Déjate de bobedades
Hombre, que estás como yelo:
Mira que es acá en el suelo
Vanidad de vanidades
Cuanto está debajo el cielo.
¿Quién te dió aquese capote?

Hombre.

Aquí me fué presentado.

Favor.

Ay! cómo te han engañado:
Pensaste ser sin escote,
Y hate de costar doblado.

Hombre.

De labores está lleno,
Que es mirarlo gran regalo.

Favor.

Puesto estás al pié del palo,
Que por de fuera está bueno
Y de dentro está muy malo.

Hombre.

Pues me hartó mis deseos,
Con él saldré de trabajos.

Favor.

Veslo lleno de andrajos,
Y en el mundo son rodeos
Los que parecen atajos.
Aquestas son las mercedes
Tan viles y remendadas:
Las cosas del mundo dadas
Son como viejas paredes
Cuando están muy encaladas.
Ven, verás cómo te visto,
Ven, pues al bien te provoco.

Hombre.

¿Dó me vestirán?

Favor.

Ven, loco.
En el Obraje divino
Do lo mucho cuesta poco.

Aquí sacan el Obraje de Cristo, y la Iglesia va mostrando al Hombre las muestras de los paños: en lo colorado los mártires, y en lo blanco las vírgenes, y va discurriendo por los demás colores
Favor.

Hombre ciego, cobra vista,
Ven, trabaja en este obraje,
Venga el humano linaje,
Venga para que se vista
De Dios que vistió su traje.
Esta es la muestra más alta
Muestra que al perdido cobra,
Obraje donde Dios obra
Por remediar nuestra falta
Con lo mucho que le sobra.

Hombre.

¿Qué dan á cualquier cristiano
Que en este Obraje se emplea?

Iglesia.

Cuando está bien ocupado
Dale Dios una librea
De su muy fino brocado.
Mas tiene de ser primero
Con el baptismo sellado,
Porque si es pafio extranjero
Tiene de ser desechado
De este reino verdadero.

Hombre.

¿Y aquellos que contradicen
Lo que por la Fe se ve?

Iglesia.

De esos paños te diré
Que son paños que desdicen
De la color de la Fe.

Hombre.

¿Su color puede perdella?
¿Cómo, siendo tinto en lana?

Iglesia.

Porque con presuncion vana
Le niegan la fe con ella
A nuestra Iglesia Romana.

Hombre.

Diga, ¿tiene pieza alguna
Que tenga la muestra fina?

Iglesia.

Dios, que todo lo encamina.
De dos muestras hizo una,
De la humana y la divina.
Porque como vio perdida
La de Adan, por culpa nuestra,
El Verbo que está á la diestra.
De su muerte y de su vida
Dejó á todos fina muestra.
Son retazos los del suelo
Del paño de Adan sacados,
Y en escando aderezados
En el nuevo Adán del cielo.
Son por gracia reparados.

Hombre.

Si somos de estotra pieza,
¿Cómo lo somos de Cristo?

Iglesia.

Aqueso está claro y visto,
Que de miembros y cabeza
Puede ser un cuerpo misto.

Hombre.

¿Tiene paños colorados?

Iglesia.

Sí, que esos paños me dieron
Los santos que padecieron:
Panos finos y labrados
Con la sangre que vertieron.

Hombre.

¿Tiene azul color de cielo?

Iglesia.

Paños hay de esa color
Que muestran al pecador
No sosegar por el celo
De la casa del Señor.

Hombre.

Paño blanco, ¿qué figura ?

Iglesia.

Las vírgenes consagradas,
Puras, limpias, no tocadas,
Que por guardar su blancura
Fueron can atribuladas.

Hombre

¿Por dicha tiene leonado?

Iglesia.

Aquí está, que es fortaleza
Contra cualquiera flaqueza.
Viva fuerza al que es tentado,
No le venza la bajeza.

Hombre.

Diga, ¿tiene paño verde?

Iglesia.

Aquí está, que es esperanza:
Esperanza con templanza.
Porque el cristiano se acuerde
De la bienaventuranza.

Hombre.

¿Tiene morado color?

Iglesia.

Ese es color de colores:
Vístanlo los pecadores,
Pues Dios se vistió de amor
Solo por nuestros amores.

Hombre.

¿Habrá una pieza encarnada ?

Iglesia.

Sí, que ya encarnó el Divino,
A encarnar al mundo vino,
Y su Carne consagrada
En manjar nos da contino.

Hombre.

¿Hay amarillo, si vistes?

Iglesia.

Sí, que es color de excelencia.
Tinto en santa penitencia.
No como hipócritas tristes,
Buenos solo en la aparencia.

Hombre.

¿Tiene paño pardo aquí?

Iglesia.

Sí, que son los trabajados,
Y por ser de Dios amados
Les dice: «Venid á mí
Todos los que estais cargados.»

Hombre.

Es lo negro cosa digna
De saber sus propriedades.

Iglesia.

Es lo negro fealdades,
Los retintos en la tina
De la suma de maldades.

Hombre.

Una duda en mi consiste.

Iglesia.

¿Qué duda? ¿De qué manera?

Hombre.

Dios, que es pieza verdadera,
¿Cómo á todo el mundo viste
Y la pieza queda entera?

Iglesia.

Si tu juicio me entiende
Esta razón lo concluye:
Es Dios á quien se atribuye
Ser luz que lumbres enciende,
Y ella no se desminuye.
Los judíos no preciaban
Este pafio que les dieron.
Vestirse de él no quisieron;
Porque en tinieblas andaban
Nunca le comprehendieron.
De percha sirvió la Cruz
Do el paño de Dios colgaron,
Y allí tanto lo estiraron,
Que el paño de suma luz
En dos partes lo rasgaron.
Permitió Dios que rompiesen
Este paño del Mesías,
Rotó lo dejó tres dias
Porque en todo se cumpliesen
Las antiguas profecías.
Viendo el Divino Saber
Que estaba el paño rompido
De su Hijo tan querido,
Ordenó con su poder
De zurcir lo dividido.
Con cuatro dotes de gloria
Este paño se zurció,
Y así lo que se rompió
Porque cantemos vitoria
De este paño nos vistió.

Hombre.

De una duda que me viene
Le suplico me defienda:
Dios, que es pafio de esta tienda.
Dígame ¿qué color tiene?
Porque es bien que yo lo entienda.

Iglesia.

Cristo es paño colorado
Tinto en su Circuncisión,
Y en el huerto en la oracion,
Y despues todo empapado
En sangre de su Pasion.
De aquesta color nos mana
Consuelo en las tentaciones:
Es puerta de los perdones:
Es Cristo paño de grana
Que conforta corazones.

Hombre.

Ese paño que conforta,
Aquese me ha satisfecho.

Iglesia.

Vístelo por tu provecho,
Y mira, hermano, que importa
Haber penitencia hecho.
Y ten continua memoria
Que estos paños son guardados
Para los necesitados:
Y que Dios viste en la gloria
A los bienaventurados.

FIN.
  1. En el original este interlocutor es Penitencia, y parece equivocacion, segun contexto.