Cesta de lotos/Nieves y sombras

Nieves y sombras editar




Cuando tras de la noche, larga y fría,

de los polos, el sol rasga a los cielos,

y abre sus puertas diáfanas al día,

sobre el umbral augusto de los hielos.


Al vivo rayo de la antorcha rubia,

q' en los azules ámbitos renace,

todo un mundo de nieve, en clara lluvia

de menudos arroyos, se deshace.


Y torna oírse el canto de la ola,

y torna a oírse del halcón el grito,

y otra vez, en el mar, trémula y sola,

se retratan el sol y el infinito.


¡Oh, mi fulgida estrella, alba y querida!

Así la sombra lúgubre y la nieve

que pesaban en mi alma dolorida,

se disiparon de mi vida, en breve,

al rasgar tú... la noche de mi vida.