Cesta de lotos/Flor dañina

Flor dañina

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¡Ah, me parece mentira

que haya mi boca libado

en esa flor de granado,

en esa flor... que suspira!


No es cierto, mi alma delira;

pues si la hubiese besado,

se habría esa flor secado

de mis labios en la pira.


Pero, es verdad, niña amada,

que mi boca hizo su nido

en esa flor escarchada.


Mi labio, está dolorido...

tiene una herida adorada.

Mira: esa flor... me ha mordido.