Cesta de lotos/Estatua viva

Estatua viva

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Como un sol derretido, tu cabellera, en ondas

opulentas desciende por tu cuello y tu espalda:

cubre tus blancos hombros y se pierde en tu falda,

velando las turgencias de tus líneas redondas.


Bajo tu frente nívea, donde las hebras blondas

de tus rizos se encrespan con tintas de oro y gualda,

tu pupila llamea, como viva esmeralda,

aunque el parpado cierre y en su nácar las escondas.


Erecto y duro se alza tu palpitante seno,

rebosando perfumes y morbidez, y vida,

como un nido de garzas de suave calor lleno.

Y cuando estás desnuda, como rama florida,

sueltas tu cabellera, dorada como el heno,

para quedar entonces, si desnuda, vestida.