CUADRO TERCERO

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(El patio de un conventillo con los accesorios necesarios, sin olvidar el consabido alambre con ropa blanca colgada. En la puerta del primer término derecha, D. BRAULIO poniendo paja a una silla. En la del frente, VECINA 1ª preparando comida en un brasero. Junto a la del segundo término derecha que se supone la habitación de CLAUDIA, una tina de lavar, una porción de ropa mojada; y en la puerta de enfrente, VECINA 2ª, sentada tomando mate. Al centro muchachos jugando a la rayuela).


DON BRAULIO, VECINA 1ª, y 2ª, MUCHACHOS 1º, 2º y 3º, después BATISTA y UN VECINO
MÚSICA

MUCHACHO 1º - (Tira el tejo.) ¡Infierno!...

MUCHACHO 2º - ¡Cayó sobre raya!...

MUCHACHO 1º - ¡Mentira! ¡Mal haya!...

MUCHACHO 2º - ¡Perdiste! ¡Pavote!..

MUCHACHO 3º - ¡No puedes hablar!...

MUCHACHO 1º - ¡No juego, eso es trampa!...

MUCHACHO 2º - ¡Perdiste, perdiste!..

MUCHACHO 3º - ¡No puedes hablar!...

VECINA 1ª - ¡Canallas! ¡Trompetas! ¡Les voy a enseñar! (Se abalanzan y riñen.)

D. BRAULIO. - ¡A ver, mocozuelos, silencio, a callar!

MUCHACHO 1º - ¡Es que me hacen trampa!...

MUCHACHO 2º y 3º - ¡Mentira, don Braulio!...

MUCHACHO 1º - Se la voy a dar.

BATISTA. - (Saliendo.) ¿Quién mete bochinche?

VECINA 1ª - ¿Quién ha de meter?... ¡Sino esos pilletes!...

BATISTA. - ¡Pues ya van a ver!...

MUCHACHOS. - (Burlones.) El cuco. ¡Qué miedo!... Disparen, muchachos, nos va a comer. (Huyen.)

UN VENDEDOR. - (Dentro.) ¡Pra papas, marchante!...

D. BRAULIO. - (Sujetando a Batista.) ¡El genio sujete!..

VECINA 1ª - ¿Y a usted quién lo mete?

D. BRAULIO. - ¡Señora, más calma! Atienda el puchero.

BATISTA. - ¡Cuidado, sillero que le rompo el alma!...

D. BRAULIO. - (Burlón.) ¡Está bien, no se enoje; sabemos que es malo!...

VECINA 1ª - ¡Andate pa dentro; Batista, dejalo!

VECINA 2ª - (Cruza la escena y empieza a torcer la ropa en la tina.) Qué gente tan mala,
Vidalitá
Hay en esta casa;
Batista y su mina,
Vidalitá
Se llevan la palma.

D. BRAULIO. - Ahora sí que se arma la farra de veras.

BATISTA - Che, Basilia. Me viá a dormir, aprontá el bullón y no te metás. (Hace mutis.) Con esa ladiada. No quiero batifondo.

VECINA 2ª - El miedo no es zonzo.

VECINA 1ª - ¡No seas tan mala!

VECINA 2ª - No seré tan mala,
Vidalitá,<br< Con mis vecinas;
Pero no me corren,
Vidalitá,
Como a las gallinas.

VECINA 1ª - Delen un hueso a ese perro porque está ladrando de hambre.

D. BRAULIO. - A que no se arañan,
Vidalitá,
Hago dos apuestas;
Son pura parada,
Vidalitá,
Las comadres éstas.
Hablado


D. BRAULIO -Parece que la cosecha va a ser llovedora... ¡Este viento saca agua!...

VECINA 1ª -Ya lo creo; ¡y biabas también!...

VECINA 2ª -Diga, don Braulio: ¿el jarabe de pico es bueno para la tos?...

D. BRAULIO. -Sí; y los parches porosos.


Dichos y un MERCERO

MERCERO. -(Con acento catalán.) ¡Toallas, peinetas, jabones, cinta de hilera, agujas, camisetas, botones de hueso, carreteles de hilo, madapolán, pañueletas!

D. BRAULIO. -¡No!...

MERCERO. -Pañueletas calzoncillos, alfileres, festones, sombreros de paja, servilletas, libros de misa.

D. BRAULIO -¡Nooo!...

MERCERO -Libros de misa, esponjas, corbatas, cortes de vestido, tarjetas postales, jabón. ¿Precisa, marchante?... (Dirigiéndose a la Vecina 1ª.)

VECINA 2ª -No le ofrezca... Lo que le sobra a la señora es eso... «Jabón»... (Se pone a colgar ropa.)

D. BRAULIO -¡Sigue tronando!... (Se frota las manos.)

VECINA 1ª -Diga, marchante... ¿el Bufach es bueno para espantar las moscas?...

D. BRAULIO. -¡Qué nubarrones!... (Se va el Mercero.)



Dichos, menos MERCERO

VECINA 1ª -Diga: ¿no tiene más que hacer que poner su ropa encima de la mía?...

VECINA 2ª -¡Jesús!... ¡No le vayan a manchar las enaguas a la hija de Roca!... ¿Cuánto paga, doña, por el alquiler del alambre?

D. BRAULIO. -¡Se viene el agua!

VECINA 1ª -Lo que a usted no se le importa, ¡so comadre! ¡Y haga el favor de sacar esos trapos sucios de ahí!.

VECINA 2ª -¡Trapos sucios!... ¡Trapos sucios!... ¡Qué más te quisieras para un día de fiesta!...

D BRAULIO. -¡Qué relámpagos! ¡Eh! ¡Más calma, madamas! ¡No hay que enojarse!...

VECINA 2ª -Déjela, don Braulio. ¡El estrilo es libre!...

VECINA 1ª -¡Es que si no la saca, se la saco yo!...

VECINA 2ª -¡Con lo qué pican las avispas!... (Apartándose.) ¡Ahí la tiene! ¡Sáquela!...

D. BRAULIO. -¡El chaparrón!... ¡Con piedras!... (La Vecina 1ª empieza a tirar la ropa al suelo, la otra se avalanza y riñen. Don Braulio se interpone tironeando a la primera. Salen chicos y algunos vecinos.) ¡Caramba... señoras!... ¿Cuándo acabarán de meter bochinche?...

VECINA 1ª -¿Y a usted quién lo mete? ¡Viejo calzonudo!... (Volviéndose) ¡Te viá enseñar, arrastrada!... ¡Ladrona!... ¡Escracho!...

D. BRAULIO. -¡Eh, más despacio!...!Mire que si sigue así la vamos a tener que llevar al Jardín Zoológico entre las fieras!... (Risas.)

VECINA 1ª -¡A mí!... ¡A mí!... ¡Viejo chancleta!... (Se avalanza a pegarle.)

D. BRAULIO. -(Sujetándola.) ¡Demonio con la bruja esta!...

VECINA 1ª -(Vencida.) ¡Ay!... ¡Viejo achacoso!... ¡Batista! ¡Batista!...


Dichos y BATISTA

BATISTA. -(Lentamente bostezando.) ¿Qué hay?... ¡No dejan dormir en paz a uno!... ¿Qué es lo que ha pasao?...

VECINA. 1ª -¡Que le he arrancao el moño a esa ladiada!..

BATISTA. -¿Y pa eso me llamás?... ¡Siempre has de ser vos la bochinchera!... ¿No te dije que no quería batifondos?... ¡Camínate pa dentro!... ¡Ya!...

VECINA 1ª -¡Sí, dale la razón, no más!... ¡Ya sé que le andás arrastrando el ala a ese escracho!...

VECINA 2ª -¡Que más se quisiera!... ¡No me echo aceite en el pelo!...

VECINA 1ª -¡Cuando no podés, desgraciada!...

BATISTA. -¡Caminate pa dentro te he dicho!... Andá o te doy!... (La empuja y vanse disputando.)


DON BRAULIO y PULGA

D. BRAULIO. -¡Qué gente ésta!... Siempre lo mismo estos inquilinos... Bueno, en todas partes es igual. A ratos me parece que el mundo es un conventillo grande y todos sus habitantes Batista, Pichines, Claudias y Basilios!... La verdad es que... (Sigue silvando y tejiendo.)

PULGA.-(Corriendo.) ¡Don Braulio... a Canillita lo han metido en cana!...

D. BRAULIO. -(Alarmado.) ¡Qué!... ¿Cómo?...

PULGA -Lo agarró un pesquisa que iba con don Pichín.

D BRAULIO. -¿Por qué?... ¿Qué ha hecho?...

PULGA. -¡Nada!... Iba vendiendo diarios y me lo cacharon, pero dijo Pichín después que le ha robao un prendedor.

D. BRAULIO. -¡Oh!... ¡Qué infamia!... ¡Ya comprendo!... ¡Pobre muchachito!... ¡Vamos a sacarlo en seguida!... (Entra en la pieza y vuelve con el sombrero puesto, dirigiéndose con Pulga a la calle. Varios chicos quedan jugando a la rayuela.)



CLAUDIA, UN CHICO y VECINA 1ª

CLAUDIA. -(Sale con un montón de ropa y se pone a lavar.) Buenas tarde, vecina.

VECINA 2ª -Muy buenas, doña Claudia... ¿Cómo sigue Arturito?...

CLAUDIA. -No lo hallo bien... Está con mucha fatiga... No quiere tomar nada... en fin, que me tiene con cuidado. Estoy esperando a Canillita para mandarlo a ver otra vez al doctor. ¿No lo han visto, chicos, a mi hijo?...

UN CHICO. -Sabe, doña Claudia, Canillita está en cana...

CLAUDIA -¡Canillita!... ¿Por qué?...

CHICO. -¡Por nada!... (Seña de robo.) ¡La ha espiantado un prendedor a don Pichín!...

CLAUDIA -¡Qué!... ¿Qué decís... ¡Un prendedor!... ¡Ay, Dios mío!... ¡Virgen santa!... ¡Yo tengo la culpa!... ¡Yo tengo la culpa!... ¡Pobre hijito mío!... ¡Yo... yo.. soy yo la culpable!... ¡Oh, ese hombre... ese hombre!... ¡No haberme muerto antes de conocerlo!... Pero esto no va a quedar así. (Al chico) Dime: ¿dónde lo llevaron?...

CHICO. -Aquí a la vuelta, a la 1ª.

CLAUDIA. -Vení... vamos allá... ¡Qué infamia!... (Toma al chico de la mano y va a salir cuando aparece Pichín por el foro.) ¡Él!



Dichos y PICHÍN

PICHÍN. -¿Ande vas?...

CLAUDIA. -¡Donde a usted no se le importa!... (Avanza.)

PICHÍN -(Atajándola.) ¡Eh! ¡Pará el carro!... ¡Qué retobada estás, vieja!...

CLAUDIA. -Dejame salir...

PICHÍN. -¡Che!... ¡Che no te pasés!... (La toma de un brazo.) ¿Qué andás queriendo?...

CLAUDIA. -¿Que ando queriendo?... ¡Que ando queriendo!... (Resuelta.) ¡Decí, ladrón! ¿Qué has hecho con Canillita?...

PICHÍN. -¡Meterlo en cana, por ratero!... ¡Ya verás cómo aparece pronto el prendedor!...

CLAUDIA. -¡No!... ¡No!... ¡No ha de aparecer tan pronto, infame!... ¡El prendedor lo he sacado yo!... para comprar el pan a esas pobres criaturas que por culpa tuya viven hambrientos Porque necesitaba ropa para ellos y para mí, pues lo que ganamos no alcanza más que para abrigarte a ti, miserable!... ¡Sí yo le he sacado!. ¡Yo!... ¡Yo!... ¿Entiendes?.. Y lo he empeñado en treinta pesos para asegurar la salud de mi hijo, y 15 días de reposo v bienestar desconocidos en esta casa: ¡desde el momento maldito en que tuve la idea de poner los ojos en un canalla, en un borracho, en un ladrón como vos!...

PICHÍN. -¿Has acabao?...

CLAUDIA. -Sí... ¡Y hemos acabao!...

PICHÍN -¡Bueno!... ¡Caminá pa dentro!...

CLAUDIA. -(Irónica.) No!... ¿Para qué?... ¡Si me vas a castigar, pegame aquí!... ¡No tengas vergüenza!... Si no es la primera vez que lo hacés delante de todo el mundo... ¡No tengas miedo!... ¡Ya sabés que nunca me he defendido!... ¡Andá, pues! ¿O estás hoy menos cobarde que de costumbre?... ¡Pegame!... (Ofreciéndole la cara.) ¡Aquí... aquí en la cara!...

PICHÍN. -(Sombrío.) ¡Caminá pa dentro, te he dicho!...

CLAUDIA. -¡Ah!... ya sé,.. ¿Quieres sacarme la plata?... ¿Que te entregue los treinta pesos?... primero...

PICHÍN. -¡Andá pa dentro!...

CLAUDIA. -¡Qué notable!... ¡Pero será inútil, hijito! Esa plata es sagrada, no la verás... ¡De modo que podés ir pegando!

PICHÍN. -¡Eh!... ¡No aguanto más!... ¡Ya!... ¡Pa dentro!... (La toma por un brazo y la tironea violentamente hacia el cuarto.)

CLAUDIA. -¡Al fin!... ¡Pegá!... ¡Pegá!... ¡Valiente!...

PICHÍN. -¡Tomá!... (Le pega en el rostro.)


Dichos, CANILLITA y DON BRAULIO

CANILLITA. -¡Una gran perra!... ¡Asesino!... (Saca rápidamente un cuchillo y va hacia Píchín. Cuando va a darle el golpe, don Braulio le detiene el brazo.) ¡Lárgueme!... ¡Lárgueme!... ¡Que lo mato a ese perro! (Claudia lo sujeta también, Pichín retrocede espantado.)

D. BRAULIO. -Dejalo, ya ha de encontrar quien le dé su merecido.

PICHÍN. -(Reponiéndose.) Diga, don ¿Podría saber quién le ha dao vela en este entierro?...

D. BRAULIO. -¡La señora!... ¡Pa que le alumbre el suyo!... (Canillita tienta arrebatarle el cuchillo.) ¡Eh, mocoso!... ¡Quedesé quieto!... (A Píchín) Pues la señora me ha dicho que... como va a vivir sola en su casa ¿entiende?.. ¡En su casa!... Le cuide la puerta pa que no dentren intrusos...

PICHÍN. -¡Ah!... ¡Sí! ¡Está bueno!... ¿Dónde vive la señora?... Porque hasta ahora ha vivido en la mía y en mi casa no se precisan porteros... (Alterado.) Y menos porteros como vos... ¡Viejo taquera!... ¿Entendés?... ¡Viejo taquera!... (Con un movimiento brusco lo toma por el brazo derecho. Ansiedad.)

D. BRAULIO. -¡Está bien!... ¡No se enoje!... Yo no quiero pelear con usted...

PICHÍN. -(Soltándolo.) ¡Lo ve, pues!...

D. BRAULIO. -(Apartándose.) Tenía razón, compañero... Pero es que la señora se ha mudao... ¿Verdad, doña Claudia, que se ha mudao usted a mi casa?... ¡Y en mi casa no entran ladrones por la noche!...

PICHÍN. -¿Qué decís?...

D. BRAULIO. -¡Ladrones!...

PICHÍN. - ¡A' hijuna!... (Se abalanza sobre don Braulio, éste esquiva el encuentro y le asesta una puñalada.)


DICHOS y BATISTA

BATISTA. -(Saliendo.) ¿Otro bochinche?. (Queda estupefacto.)

CANILLITA. -¡Ah! ¡Don Braulio!... Me hubiera dejado a mí!...

D. BRAULIO. -(Reponiéndose.) ¡Preferible es que acabe yo mis días en un presidio a que empecés los tuyos en una cárcel!...


Telón