Cancionero (Petrarca)/La mejilla, que en llanto traéis cansada
La mejilla, que en llanto traéis cansada,
reposad, mi señor, sobre el primero,
y más avaro sed ya y cicatero
con el cruel que su grey trae demudada;
con el segundo mantened sellada
la vía que paso da a su mensajero,
siendo el mismo en agosto y en enero,
que al largo andar ni aun sobra una jornada;
y bebed con el tercio alguna hierba
que el alma purgue de cualquier vestigio,
dulce al final, aunque al principio acerba.
Y si tanto pedir no os exacerba,
por que no tema yo el barquero estigio,
ponedme donde el gusto se conserva.