Cancionero (Petrarca)/Después que a César el traidor de Egito
Después que a César el traidor de Egito
la cabeza rival le ofreció en cesta,
callando su alegría manifiesta,
por los ojos lloró, como está escrito;
y Haníbal, cuando vio a su imperio ahíto
de hallarse en suerte al fin tan descompuesta,
rió entre triste gente al llanto presta,
por desahogar su ya amargo apetito.
Sucede, pues, que el ánimo cualquiera
de sus pasiones bajo opuesto manto
cubre por al revés mostrar que era;
y así, si alguna vez o río o canto,
lo hago, porque no sé otra manera
con que pueda ocultar mi triste llanto.