Cancionero (Petrarca)/De la impía Babilonia, en que se olvida
De la impía Babilonia, en que se olvida
toda vergüenza, y es cubil de horrores,
refugio de dolor, madre de errores,
huido estoy por alargar la vida.
Aquí estoy solo; y, como Amor convida,
hoy rima y verso cojo, hoy hierba y flores,
y recuerdo con él tiempos mejores,
pues sólo esto con él del mal me cuida.
Ni del vulgo me cuido o la Fortuna,
ni de mí mucho, ni de cosa infame,
ni dentro o fuera siento consumirme.
Dos almas solo añoro; y de ellas una
con el pecho más presto a que me ame,
y otra, como jamás, con el pie firme.