Cancionero (Petrarca)/Cuando os escucho hablar tan dulcemente
Cuando os escucho hablar tan dulcemente
como Amor mismo a quien lo sigue instila,
todo mi ardiente afán tanto espabila
que haría inflamar a la apagada gente.
Entonces mi señora hallo presente,
como nunca me fue dulce o tranquila,
y me hace alzar al son, no de otra esquila,
sino del suspirar continuamente.
Y veo que su crin la aura desata
y vuelve atrás; y el corazón tan bella
penetra como aquel que tiene llave.
Pero el supremo gozo, pues me ata
la lengua, el cómo habita entre mí ella
mostrarlo claramente apenas sabe.