Cancionero (Petrarca)/Creí de aquel mirar dulce y gallardo
Creí de aquel mirar dulce y gallardo
oír: «De mí recuerda lo posible,
que más no me verás ya distinguible
después que andes de aquí, lloroso y tardo».
Ingenio ágil aún más que ágil leopardo,
lento en prever tu pena más horrible,
¿cómo no viste ayer lo que hoy visible
tal considero que me pierdo y ardo?
«Oh compañeras lumbres, que a menudo»
decían, con centella fulgurante,
«fuisteis de nosotras dulce espejo,
el Cielo nos espera, y no os espante;
que el que aquí lo apretó, deshizo el nudo,
y el vuestro quiere hoy que llegue a viejo».