Cancionero (Petrarca)/Con tanto asombro a mí y a Amor nos deja
Con tanto asombro a mí y a Amor nos deja,
como a quien vio tal vez cosa increíble,
pues habla y ríe al fin tan apacible
que a sí sola y ninguna otra semeja.
El sol cercado bajo cada ceja
destella de tal modo inextinguible
que inflamarse en otra luz es imposible
el que a amar noblemente se aconseja.
¡Qué milagro es aquel, cuando entre hierba
es casi flor, o cuando hallando asiento
ramo oprime en su seno con decoro!
¡Cuán dulce es en la estación acerba
verla de pensamiento en pensamiento
trenzado una guirlanda al crespo oro!