Cancionero (Petrarca)/Atrás me vuelvo a cada paso nuevo
Atrás me vuelvo a cada paso nuevo
con cuerpo exhausto que la pena aploma,
y entonces hallo alivio en vuestro aroma,
suspiro «¡Ay, triste!» y el andar renuevo.
En cuanto dejo atrás después me embebo
y en la senda y el vivir que el paso toma,
y quieto, en tanto el cuerpo se desploma,
la vista hacia mis pies llorando muevo.
Y entonces dudo en llanto semejante:
¿cómo puede de su espíritu sagrado
la carne que hay en mí vivir lejana?
Pero responde Amor: «¿Ya has olvidado
que esta es prebenda del que es siempre amante,
libre de toda condición humana?».