Cancionero (Petrarca)/Al gesto aquel por que suspiro y velo
Al gesto aquel por que suspiro y velo,
fijé atento y amante cada ojo,
cuando Amor, ofendido por mi arrojo,
cubrió con mano que, tras él, anhelo.
Prendido el pecho como pez a anzuelo,
por el que el bien obrar tomo y escojo,
como a liga inexperto petirrojo,
los ojos no aparté de su desvelo.
Mas la vista, privada de su objeto,
la senda a él en sueños casi abría,
sin la que no es su bien jamás completo:
el alma entre una y otra gloria mía
no sé yo que placer celeste y neto,
ni qué extraña dulzura percibía