Cancionero (Petrarca)/A menudo me dice el fiel espejo
A menudo me dice el fiel espejo,
el ánimo cansado y tez mudada,
y la destreza y fuerza derrengada:
«No te escondas de ti, sábete viejo.
Acatar natural es buen consejo,
que combatirlo es vano y sólo enfada».
Yo, entonces, como fuego agua anonada,
un largo y grave sueño rompo y dejo,
y veo bien que vuela nuestra vida,
y no más de una vez arde su llama;
y dentro de mí suena voz sentida
de aquella cuya alma hoy se derrama,
y aquí fue por tan única tenida
que a todas, si no yerro, quitó fama.