​Bromuro​ de Julio Herrera y Reissig



Burlando con frecuencia el vasallaje
de la tutela familiar en juego,
nos dimos citas, a favor del ciego
azar, en el jardín, tras el follaje... 

Frufrutó de aventura tu aéreo traje,
sugestivo de aromas y de espliego...
y evaporada entre mis brazos, luego,
soñaste mundos de arrebol y encaje... 

Libres de la zozobra momentánea
-sin recelarnos de emergencia alguna-
en los breves silencios, oportuna 

te abandonabas a mi fe espontánea;
y sobre un muro, al trascender, la luna
nos denunciaba en frágil instantánea.