Blanco marfil
XLII.
editarBlanco marfil en évano entallado,
Suave voz indignamente oida,
Dulce mirar (por el que larga herida
Traigo en el corazon) mal ocupado;
Blanco pie por ageno pie guiado,
Oreja sorda á remediar mi vida,
Y atenta al son de la razon perdida,
Lado (no se por qué) junta á tal lado;
Raras, altas venturas, ¿nó me diera
La fortuna cortés gozar una hora
Del alto bien, que desde vos reparte?
¿O el sol, que quanto mira, orna y colora,
No me faltára aquí, por que no viera
Un sol mas claro en tan obscura parte?