Ave infeliz que, sin un punto ceses
Ave infeliz que, sin un punto ceses,
lamentas tu fugaz tiempo pasado,
viendo el infierno lóbrego a tu lado
y tras de ti el día y los alegres meses.
Si, como sabes tu pesar, supieses
mi semejante doloroso estado,
compasivo con este desgraciado
tus tristes quejas a partir vinieses.
Yo no sé si igual fuera nuestra suerte;
que tal vez, la que lloras tiene vida,
cuando a mi Laura, arrebató la muerte.
Mas la hora, la estación y la sentida
queja con que no dejas de dolerte
a decirte mis penas me convida.