Nota: Se respeta la ortografía original de la época

CXXV

APRENSIONES


— Me duele el corazón!

                       — Pero le tienes?

— Sólo sé que me duele...

                       — Por carencia.

— Puede ser, mas le siento...

                       — Si, en las sienes!

— Bien, sufriré en silencio y con paciencia!

— Mira, pues que á razones no te avienes,
ni caso haces alguno de la ciencia,


para que ya los oídos no me llenes
con tu queja, oye un caso, es tu dolencia:
«Nada me duele más que aquella mano
que perdiera» me dice un pobre amigo
á quien se la amputaron... ilusiones!
dolerle el miembro que le falta! vano
fruto del cavilar que es su castigo;
así son las humanas aprensiones!

S. 19 I 11.