Amazonas en las Indias/Acto II

Acto I
Amazonas en las Indias
de Tirso de Molina
Acto II

Acto II

Salen marchando VACA DE CASTRO,
con bastón, FRANCISCO CARAVAJAL,
ALONSO DE ALVARADO y soldados.


VACA

Este fin tienen traidores
para escarmentar leales.

ALONSO

Quien con pensamientos reales 935
y juveniles ardores
rehusó la cerviz al yugo
blasonando libertalla,
si muriera en la batalla
y no a manos de un verdugo, 940
más dichoso hubiera sido.

VACA

No es segura esa opinión,
pues para la salvación
que don Diego ha conseguido,
según sus demostraciones, 945
no le diera la milicia
el lugar que la justicia,
porque airados escuadrones
que el riesgo a los ojos ven
difícil de resistir, 950
siempre ayudan a morir,
pero nunca a morir bien.
Yo, capitán, no recelo
que de los que sentenciados
padecen, aunque afrentados, 955
los más asegure el cielo;
mas no a los que en las violencias
marciales muertos quedaron,
porque tarde se hermanaron
venganzas y penitencias. 960

CARAVAJAL

Yo soy dese parecer,
porque, ¿qué se le dará
al cielo, si en gracia va
quien le supo merecer,
de que haya en un palo muerto, 965
en la guerra o en la cama?
Para el cielo no hay más fama
que el bien morir.

VACA

Eso es cierto,
como lo será también
el premiar su majestad 970
el valor y la lealtad
de los que firmes estén
en su servicio, y yo agora
en su nombre agradecido
honraré a cuantos han sido 975
de nuestra parte. No ignora
el noble merecimientos
a fuer de la sangre ingrata.
Todo este imperio de plata,
indios y repartimientos, 980
no pueden satisfacer
lo mucho destos empeños,
pero llamándoos sus dueños
tendrán menos que temer.
 
(Sale TRIGUEROS.)

TRIGUEROS

Parabienes llega a darte 985
de la vitoria adquirida
Gonzalo Pizarro.

VACA

Pida
triunfos que apetezca Marte,
como el soldado mayor
que ha visto este polo nuevo. 990

(Sale DON GONZALO, de luto.)


GONZALO

Por muchas razones debo
encarecer el valor
que hace dichoso este día,
pues el Pirú restaurado,
mi hermano el marqués vengado, 995
postrada la tiranía
y premiada la lealtad,
vuelve a ser dueño segundo
Carlos deste nuevo mundo;
y debe su majestad 1000
preciarse de la elección
que ha hecho en vueseñoría,
pues solamente podía
su celo, su discreción
(siendo capitán y juez, 1005
en la campaña soldado
y en el tribunal letrado)
mostrar que suele tal vez
(porque Marte no presuma
enemistades de Apolo) 1010
juntar un sujeto solo
al laurel, la espada y pluma.


VACA

Si yo, señor don Gonzalo,
no hubiera reconocido,
emulador advertido, 1015
que a su valor no me igualo,
vuesa merced crea de mí
que nunca le suplicara
que esta empresa me dejara.
Hícelo porque advertí 1020
que llevándose la gloria
como en las demás ha hecho,
no hubiera yo satisfecho
deseos con la vitoria
presente, que a hallarse en ella 1025
quedara mi opinión triste,
porque donde el sol asiste,
¿cómo alumbrará una estrella?
Este luto que ocasiona
el marqués gobernador 1030
desdice con su color
la fama que le corona,
pues muriendo en la defensa
de su gobierno y su ley,
de su lealtad y su rey, 1035
poco le estima quien piensa
que con tristezas señala
el dolor que manifiesta.
Si se vistiera de fiesta,
si la ostentación y gala 1040
publicaran su valor,
mostrara que en trance igual
no vive más el leal
de lo que quiere el traidor.
La cruz que hizo en el postrero 1045
curso de su heroica vida,
sacándola de la herida
que abrió el desleal acero,
autorizó la que al pecho
el César Carlos le puso, 1050
pues católico dispuso
en las conquistas que ha hecho
el laurel que eterno gana,
que en quien triunfos apetece
más noble la cruz parece 1055
de sangre que la de grana.
Vivo imitó a Dios humano,
pues con doce compañeros,
conquistadores primeros
de este orbe nuevo cristiano, 1060
mil leguas rindió al bautismo;
y porque del propio modo
pudiese imitarle en todo,
quiso morir como Él mismo,
pues la envidia en su venganza, 1065
sin que eclipsase su luz,
le dio en su sangre la cruz
y en su Dios la semejanza.
Si esta verdad, pues, advierte
vuesa merced, ¿de qué fruto 1070
será que le agravie el luto?
Envidie el leal su muerte
y festéjela bizarro
quien su valor acredita,
pues el marqués resucita 1075
en don Gonzalo Pizarro.

CARAVAJAL

¡Vive Dios!, que es eminente
vueseñoría, señor,
en todo: predicador,
capitán y presidente. 1080
úselo, ¡cuerpo de tal!
Predique, hará maravillas
y ahorraráse de capillas
el Pirú.

VACA

Caravajal,
vos habláis como soldado 1085
mezclando burlas y veras.
Sabéis abatir hileras
y ordenar un campo armado.
Esta vitoria se os debe
y está a mi cargo el premialla. 1090
Vuestro acero en la batalla
mientras osado se atreve
a los riesgos, ¿no predica?
Sí, que las grandes acciones
también sirven de sermones 1095
cuando el valor las pratica.
Con sus hechos cada cual
el crédito pierde o cobra;
bien predica quien bien obra,
pero mal quien obra mal; 1100
y porque saber deseo
la prodigiosa jornada
(puesto que no afortunada)
de la canela y os veo
como en las armas bizarro 1105
en la paz entretenido,
que nos la contéis os pido,
pues triunfos de tal Pizarro
justo es que los celebremos.

CARAVAJAL

Si hazañas púlpitos son 1110
y a mí me toca el sermón,
obediencia y prediquemos.
Deseoso de ensanchar
la cesárea monarquía
de España, el marqués Pizarro 1115
renunció, asistiendo en Lima,
en don Gonzalo el gobierno
de Quito, cuyas provincias
eran el límite entonces
de las cristianas conquistas. 1120
Diole quinientos soldados
de la gente más lucida
que alistó para estos orbes
el valor y la codicia.
Con ella, pues, y su esfuerzo, 1125
hacia el Oriente encamina
cuatro mil indios armados
y alegres con la noticia
de que pasadas las sierras,
a las márgenes y orillas 1130
del monarca de las aguas,
de esa undosa hidropesía
que tantos Nilos se sorbe
y por mil leguas desliza
piélagos de inmensidades, 1135
potable su oro en almíbar,
Marañón le dan por nombre
(perdone vueseñoría
si excedo ponderador,
porque agora no se estiman 1140
discursos en canto llano
mientras no se hiperbolizan,
que vocablos con guedejas
son los que el vulgo autoriza);
digo, pues, que codiciosos 1145
con la fama recibida
de los árboles canelas
que aquellos peñascos crían,



marchamos al son del parche
hasta una tierra que el inga 1150
Gaynacap rindió a su imperio,
pienso que se nombra Quinja.
Recibiéronnos de guerra,
mas cuando ven que los brindan
en vez de vino y jamones 1155
confitones de Castilla,
fantasmas desaparecen
y en un instante se enriscan
donde o el infierno los traga
o nos bambollan la vista, 1160
porque cuantos en su busca
diligencias esquisitas
hacen sin topar persona,
tiempo y pasos desperdician.
Apenas, pues, se nos vuelan 1165
cuando aquella noche misma
conjurándose los cielos
elementos amotinan,
porque la tierra temblando
de los rayos que granizan 1170
al son de atambores truenos,
tenebrosas culebrinas
hasta su centro abre bocas
que bostezan o respiran
diluvios de azufre en llamas 1175
entre alquitrán y resina.
Como quien se sorbe un huevo
quinientas casas pajizas
se merendó cual si fuera
tiburón y ellas sardinas. 1180
Tocó después a rebato
el hambre en la gente viva,
y saliendo a pecorea
nuestro ejército en cuadrillas,
el regalo más sabroso 1185
que nos guisó la desdicha
fue, a falta de gallipavos,



culebras y lagartijas.
Salimos cual digan dueñas
de aquella región maldita, 1190
y fue escapar de Caribdis
para tropezar en Scila,
porque el mar del Sur a un lado
y al otro sierras prolijas
con cuyas cumbres se ahorrara 1195
Nembrot de la torre egipcia,
de manera se eslabonan
que la esperanza nos quitan
de proseguir ni tornarnos;
porque el hambre ejecutiva 1200
nos amenaza a la vuelta,
y atreverse a la subida
de las estrellas sin alas
aun pensarlo atemoriza.
Empanados deste modo 1205
en agua y sierras, anima
el gran Pizarro la gente,
y llevándole por guía
trepamos, gatos monteses,
volatines por las picas, 1210
hincando tal vez las dagas
por troncos y redendijas,
y tal echando a los ramos
las cuerdas y las pretinas
para guindarnos por ellos; 1215
porque el pobre que desliza
de risco en risco volando
de tal manera le trinchan
que aun no valen sus migajas
después para hacer salchichas 1220
Venció, en fin, dificultades
la industria, y subiendo arriba,
el que sudó de congoja
helado después tirita,
porque hallamos nieve tanta 1225
que de las escuadras indias,



cantimploras de la muerte,
dejamos ciento en cecina.
Encaramados, en fin,
sobre las cándidas cimas 1230
de los peruleros Andes,
pudimos tender la vista
por infinidad de tierras
cuyas poblaciones ricas,
templos, palacios y casas 1235
nos parecieron hormigas;
y bajando con los ojos
en los pies, catorce días
gastamos en vericuetos,
ya a gatas, ya de cuclillas. 1240
Dimos en un valle al cabo
que el Marañón fertiliza
de yucas y de maizales,
cuyas gentes se apellidan
zumacos, donde un volcán 1245
sobre una sierra vomita
cerros enteros de llamas
la vez que se encoleriza.
Alojámonos en él
haciendo que nos reciban 1250
a puros escopetazos
los bárbaros que le habitan,
donde estuvimos dos meses
que nos duró la comida
sin que el sol en este tiempo 1255
su cara vernos permita,
ni las nubes taberneras
cesen de echarnos encima
diluvios inagotables
que hasta el alma nos bautizan. 1260
Cayeron los más enfermos,
porque las ropas podridas
con el eterno agua va
nos dejó en las carnes vivas.
Buscamos temples mejores 1265
hasta que la apetecida



canela en montes inmensos
descubierta nos alivia.
Son unos árboles estos
que a los laureles imitan 1270
en las siempre verdes hojas,
con ramas tan presumidas
que se burlan de las flechas
sin que se osen a sus cimas.
Su corpulencia tan grande 1275
que no es posible la ciñan
tres personas con los brazos;
su flor blanca y amarilla;
su fruto ciertos capullos
que se aprietan y arraciman 1280
formando mazorcas dellos
y en cáscaras quebradizas
conservan menudos granos
que, sembrados, son semilla.
Es su forma de bellotas 1285
y con una virtud misma
raíces, hojas, cortezas,
flor y fruto se asimilan
en el sabor y sustancia
a la canela que cría 1290
el Oriente y por Europa
Portugal nos comunica.
Hay selvas y bosques della,
mas la que se beneficia
y con cuidado se labra, 1295
según los indios afirman,
es mucho más excelente.
En fin, los que la cultivan
fundan su caudal en ella
porque acuden las vecinas 1300
naciones a su comercio
y les dan por adquirirla
maíz, algodón, venados
y mantas con que se vistan.



Crecen de modo estas plantas 1305
que llevándose a Castilla
un árbol solo, pudiera
sazonar cuantas cocinas
tiene la gula en España,
y estarále agradecida 1310
a don Gonzalo Pizarro
que descubrió su conquista.
Pero atrévase a buscarla
como él quien le tiene envidia
y sabrá, sudando sangre, 1315
a cómo sale la libra.
Volvió el hambre a ejecutarnos
porque, ¿de qué nos servía
faltando el arroz y leche
canela que muerde y pica? 1320
Y andando a caza de gangas
la necesidad nos guisa
zambos, monos, papagayos,
pericos y catalinas.
En más de docientas leguas 1325
que caminamos a vista
del Briareo Marañón
no hallamos otras delicias
que ñames, ajíes, papayas,
guayabos, cocos y piñas; 1330
porque iguanas y alcatraces
fuera pedir gollorías.
Llegamos al cabo dellas
a un salto que precipita
la soberbia inmensidad, 1335
sus aguas todas ceñidas
en la estrechez de dos sierras
que le encarcelan y humillan
tanto que no hay veinte pasos
de la una a la otra orilla. 1340
Éste, pues, con la impaciencia
de que dos cerros le opriman,
docientos estados salta



y a unos llanos se derriba
con estrépito tan grande 1345
que las gentes convecinas
oyen su infernal estruendo
distantes dél veinte millas.
Determinamos pasarle
por las angosturas dichas 1350
juntando a entrambas riberas
una puente levadiza,
y haciendo cortar maderos
(¿a qué no se determina
el valor necesitado?) 1355
nos dio la industria tal prisa
que armándola aquella noche
(y de bejucos y pitas
hay mucha en aquellos campos),
torciendo sogas rollizas, 1360
la atamos el día siguiente
y a fuerza de ingenio y grita
a la otra banda la echamos
causando a los indios grima.
Proseguimos, en efeto, 1365
aquella costa prolija
dos meses, cuyos trabajos,
hambres, lluvias y fatigas
han de pasar, si las cuento,
en los que ociosos nos fisgan, 1370
si no plaza de novelas,
por vislumbres de mentiras.
Pero, ¡voto a Dios!, señor,
que entre plagas infinitas
que nos brumaron las carnes 1375
sus cicatrices lo digan.
Cuando sufriéramos sólo
enjambres de sabandijas,
murciélagos de a dos varas,
arañas, tábanos, niguas 1380
mereciéramos coronas
de mártires a adquirirlas



en los siglos dioclecianos
por la fe y no la codicia.
Mosquitos hay tan valientes 1385
que taladran cuando pican
una bota de vaqueta,
porque son alesnas vivas.
Jijenes hay aradores
que imposibles a la vista 1390
dan más dolor si se ceban
que una azagaya morisca.
Pruébelo quien lo dudare,
que nosotros hechos cribas
y en púribus conquistamos 1395
Mainas, Guemas, Urariñas,
Cerbataneros, Cocamas,
Tronchetos, Guainos, Paninas
y otros mil que a la ignorancia
darán, si los nombro, risa. 1400
Resolviáse don Gonzalo
a una cosa sólo digna
de los caprichos Pizarros,
porque temoso fabrica
un bergantín que asegure 1405
los enfermos que peligran
llevándolos agua abajo
con el fardaje y comida.
Cimentó dos fraguas y hornos;
árboles quema y derriba 1410
con que carbón amontona
y que le den solicita
las armas de los que han muerto,
cascos, arneses, cuchillas,
herraje de los caballos 1415
y hasta las propias pretinas
deshierra forjando luego
todo lo que necesita
un bajel desta materia.
¡Tanto puede una porfía! 1420
Don Gonzalo era el primero,



echa en tierra, y fue harta dicha
que no pereciese de hambre
pues no comió en cuatro días.
Llegamos al cabo de ocho 1465
por tierra a la referida
región, y encontrando al fraile
nos cuenta la fuga indigna
de tal hombre y tal nobleza,
con que en efeto nos pilla 1470
más de cien mil pesos de oro
que nos dieron las conquistas,
en carnes y sin hacienda.
juzgue vuestra señoría
la cara que en los soldados 1475
la pobreza hereje pinta,
que de vinagre las nuestras
con reniegos y por vidas,
impaciencias desfogamos
permisión de la milicia, 1480
cuando al querer dar la vuelta
nos asaltan infinitas
legiones de hembras armadas,
en los rostros serafinas
pero en las obras demonios, 1485
pues tanta piedra lloviznan,
tantos dardos nos arrojan,
tantos flechazos nos tiran
que si no se enamorara
de la airosa bizarría 1490
de don Gonzalo Pizarro
su hermosa reina o cacica,
y de mí su bruja hermana,
por Dios que nos desvalijan
de las almas y que hambrientas 1495
o nos asan o nos guisan,
porque comen carne humana
mejor que nosotros guindas.
Éstas son las amazonas



que las historias antiguas 1500
tanto ensalzan y ponderan,
y allí viven sus reliquias.
Picadas, en fin, las dos
de nosotros, nos convidan
a que su tierra poblemos 1505
y de repente nos brindan
con el santo maridaje,
ofreciéndome la mía
en dote cuantos demonios
sótanos de azufre habitan. 1510
Era, aunque hermosa, hechicera
de suerte la diablininfa
que habló en lengua castellana
mejor que las de Sevilla.
Y apretaba el matrimonio, 1515
mas con escusas fingidas
guarnecidas de requiebros
don Gonzalo las obliga
a que nos dejen volver
a Quito y que nos permitan 1520
alistar más gente y armas,
jurando que en breves días
tornaremos a sus ojos
porque alegres nos reciban
no en los puros cordobanes, 1525
sino con galas lucidas.
Concediéronlo por fuerza,
y llorando enternecidas



por otros rumbos echamos.
No me consientan que diga 1530
las desgracias de la vuelta,
pues fueron tan inauditas
que las juzgarán patrañas.
Trujillo se las repita,
que nos recibió esqueletos, 1535
y aunque ropas nos envía
no quiso nuestro Pizarro
que ninguno se las vista,
sino que para trofeo
del valor que le eterniza 1540
manda que entremos en carnes
desde el cuello hasta la cinta.
Amábanle de manera
sus vecinos que sabida
su resolución salieron 1545
los más de la suerte misma
a recibirle en pelota:
triunfo parece de risa,
pero fineza es de España
que en bronces la fama escriba. 1550
Ésta fue la tal empresa
para nosotros maldita
mas para España dichosa
si ganarla solicita.
Quien canela apeteciere, 1555
al rey su gobierno pida,
porque yo le voto a Dios
de no probarla en mi vida.


VACA

A vos, maese de campo, os sobra tanta
y endulzáis narraciones lastimosas 1560
de suerte que si oírlas nos espanta,
vuestra sazón las sabe hacer sabrosas.
Sólo caben por vos en un sujeto
vencer valiente y deleitar discreto.
Crió el cielo en España 1565
al señor don Gonzalo
para acciones al crédito imposibles,
y mostró en esta hazaña
que para él los peligros son regalo,
más deseados cuando más horribles. 1570
Si Carlos a su lado lo tuviera
temblara Argel y Solimán huyera.
 
(A DON GONZALO.)

Vuesa merced consuele a su sobrina,
hija del gran marqués, pues le sucede
en esta obligación y sólo puede 1575
restaurar su presencia la ruina
que con su muerte llora.
Tendrá doña Francisca, mi señora,
pues a su amor la fío,
juntamente en su amparo padre y tío. 1580
Yo doy la vuelta a Lima
porque el Pirú recela
las ordenanzas que el Consejo intima
y que despacha a Blasco Núñez Vela
por su virrey primero, 1585
al paso bien nacido que severo.
Si el César, cual se afirma,
hizo al marqués merced de que nombrase
gobernador que en su lugar quedase,
presénteme su cédula o su firma, 1590
que si antes que muriese
el marqués ordenó que sucediese
vuesa merced en su gobierno y cargo,
renunciaré yo el mío (sin embargo
de que hasta agora en posesión le tenga) 1595
y antes que a Lima Blasco Núñez venga,
la Real Chancillería
le admitirá por tal a instancia mía,
que las reales mercedes concedidas
no se derogan mientras no sucede 1600
insulto que las vede,
y dándose el gobierno por dos vidas,
siendo vuesa merced, como sospecho,
por el marqués nombrado, ¿qué derecho
alegará el virrey con que le prive 1605
de la acción que le ampara mientras vive?


GONZALO

Debe a vueseñoría
todas sus medras la fortuna mía,
y es cierto que mi hermano
antes que me partiese 1610
quiso que después dél le sucediese,
y haciendo testamento ante escribano,
en virtud de la cédula adquirida,
al gobierno me llama
que Carlos concedió por otra vida, 1615
y ansí esta vez dijo verdad la fama.
Pero yo, que hasta en eso
la fe y lealtad publico que profeso,
mientras a España envío
suspenderé mi acción porque confío 1620
de la imperial palabra y celo justo,
que si el César en guerras divertido
dio lugar al olvido
para nombrar a otros, como augusto,
como rey y señor de sus acciones, 1625
revocará al virrey sus provisiones.
Entre tanto a Las Charcas retirado
treguas daré al cuidado,
ocios al pensamiento,
y en las minas de mi repartimiento 1630
donde sus indios me han encomendado
descansaré seguro.
Mas si el virrey que viene
turba la paz que agora el Pirú tiene
(como dél se recela y conjeturo) 1635
y a mis servicios muestra ingrato pecho,
por fuerza habré de usar de mi derecho.


VACA

Hará mal si no estima
tal valor el virrey. Mándeme en Lima
vuesa merced, verá con cuánto celo 1640
le procure servir.

GONZALO

Prospere el cielo,
señor, a vuesiría
para patrón de la justicia mía.

(Vanse.)
 
(Salen MENALIPE y MARTESIA.)

MENALIPE

No dudes, Martesia mía,
la muerte que darme tratas 1645
si la vista me dilatas
de mi español sólo un día.
Amor y melancolía
martirizan mis desvelos;
la ausencia, que es toda hielos, 1650
llamas en mi pecho aumenta;
su memoria me atormenta
y me enloquecen mis celos.
¿No fue ingratitud notoria,
hermana, no fue crueldad 1655
llevarme mi libertad
y dejarme su memoria?
¿Robarme el alma es vitoria
y no el cuerpo en que se encierra?
Mas, ¡ay cielos!, que en la guerra 1660
quien al asalto se arroja
las joyas y oro despoja
y echa la casa por tierra.
Blasonaba mi rigor
desprecios de mi desdén; 1665
guárdese de querer bien
quien nunca ha tenido amor,
que cuando con más valor
el bronce suele mostrarse
al fuego que apoderarse 1670
de su materia pretende,
cuanto más tarde se enciende,
dura más en conservarse.
Martesia cara, yo muero,
Yo perezco, yo me abraso. 1675
Si de mi vida haces caso
págame lo que te quiero.
Ya suele el viento ligero
servirte de augusto carro,
más que el de Febo bizarro; 1680
forma de sus alas coche
y haz que me lleve esta noche
a ver mi Apolo Pizarro.

MARTESIA

Si con la facilidad
que en eso puedo agradarte 1685
pudiera yo asegurarte
la española voluntad,
sabrosa felicidad
en sus brazos poseyeras,
pero, ¿qué logros esperas 1690
de un hombre tan desdichado
que a muerte le han destinado
las superiores esferas?
Un juez ha de degollarle;
los mismos que le acompañan 1695
y aduladores le engañan
le han de vender y dejarle;
a la guerra han de forzarle
y al tiempo del asistirle
la vitoria han de impedirle; 1700
el imperio han de ofrecerle
y han de insistir en perderle
por no querer admitirle.
Si del amor que conservas
remedio a mi ciencia pides, 1705
yo te daré con que olvides
esas memorias protervas.
Aguas, metales y hierbas
me fían sus propiedades,
y si con ellas añades 1710
conjuros y caracteres,
verás si olvidarle quieres
que sé mudar voluntades.

MENALIPE

No curas como discreta
que el alma, espíritu puro, 1715
ni a las hierbas ni al conjuro
como el cuerpo se sujeta.
Su sustancia es tan perfeta
que por libre la reputan
los sabios con que confutan 1720
tus astrólogas violencias,
porque agüeros y influencias
si señalan no ejecutan.
No se deje llevar dellas
el absoluto albedrío 1725
del gallardo español mío
y mentirán las estrellas.
Ni tú, hermana, por temellas
que le olvide has de alcanzar,
puesto que en esto de amar 1730
suele en un ingrato ser
el premio del poseer
motivo para olvidar.
No en mí, que vive en su llama,
salamandria, mi afición, 1735
y es especie de traición
buscar olvidos quien ama.
Miente la ciencia y la fama
que en las plantas piensa hallar
virtudes con que curar 1740
penas que no admiten medio,
porque no hay otro remedio
para olvidar que olvidar.
Pero disputas dejemos
y venturas prevengamos. 1745
¿Para qué olvidos buscamos
si ver y gozar podemos?
¿No sientes tú mis estremos?
¿Pues con ellos no te obligo?


MARTESIA

Sí siento, pues que los sigo 1750
de tu gusto ejecutora.
Yo te pondré dentro un hora
con tu amante; ven conmigo.

(Vanse.)
 
(Salen GONZALO PIZARRO y DOÑA FRANCISCA,
de luto y llorando.)

GONZALO

Enjugad los ojos bellos
que sin culpa maltratáis. 1755
Mirad que hechizos lloráis
y podréis matar con ellos.
Llevóse el cielo al marqués,
padre vuestro, hermano mío.
La vida, sobrina, es río 1760
que corriendo al mar sin pies
en su golfo viene a hallar
imperio más dilatado,
pues con sus olas mezclado
muere río y vive mar. 1765
Haced el discurso mismo
con vuestro padre y mi dueño,
pues si murió río pequeño,
ya es con Dios inmenso abismo,
y poned, Francisca, en él 1770
toda vuestra confianza.

FRANCISCA

Diera a la muerte venganza
mi sentimiento crüel
a no templar su dolor
la dicha que en vos reparo, 1775
pues quedáis para mi amparo
por mi padre y mi señor.

GONZALO

Título más venturoso
querrá el cielo que me cuadre,
si como me llamáis padre 1780
venís a llamarme esposo.
Que no es, Francisca, razón,
cuando restaurarse puede,
que por ser vos hembra quede
sin hijos la sucesión 1785
de quien este imperio indiano
por su Alejandro confiesa.
Este inconveniente cesa,
vos su hija y yo su hermano,
si volvemos a anudar 1790
quiebras de tantos cuidados,
pues en semejantes grados
suele el Papa dispensar;
que admitiendo el amor mío,
a pesar deste defeto, 1795
conseguís en un sujeto
juntos padre, esposo y tío.

FRANCISCA

Si yo guardara la ley
de los Ingas, aunque vana,
solamente con su hermana 1800
se casaba nuestro rey.
Mi abuelo fue Guaynacapa;
Yupangui y Pizarro soy,
mi consentimiento doy
para que dispense el Papa, 1805
pues si Dios lo determina
y nuestra ley lo consiente,
no es tan grande inconveniente
casar con vuestra sobrina
como lo fue con la hermana 1810
en nuestros Ingas primeros.

GONZALO

Ni puedo yo encareceros
el bien que mi gozo gana
si no es sellando los labios
con estos puros candores, 1815
que estremos ponderadores
adulando hacen agravios.
Sólo con silencio igual
mi amor sus estremos muestre.
 
(Sale TRIGUEROS.)

TRIGUEROS

Nuestro de campo maestre, 1820
Francisco Caravajal,
dice que le importa hablarte
cosas que llama el latino
arcanas, y es femenino
según Nebrija y el Arte. 1825

GONZALO

Seránlo, pues él lo dice,
que es de los hombres primeros
valientes y consejeros
de España. El cielo autorice,
mi Francisca, nuestro amor. 1830
Trigueros, guarda esa puerta,
no entre nadie.

TRIGUEROS

Aunque esté abierta,
a ser yo tan guardador
de lo que me desvalija
el vuelco de un dado solo 1835
como de que no entre Apolo
ni aun por una redendija,
yo tuviera más dineros
que en Castilla paga un juro.
Vaya vuesasted seguro 1840
que buena tranca es Trigueros.

(Vanse los dos.)

(Salen tapadas de medio ojo,
a lo español, MENALIPE y MARTESIA.)


MARTESIA

Ansí las damas de España
averiguan los temores
de sus sospechas y amores.
Presto verás si te engaña 1845
tu amante.

MENALIPE

Bien satisfaces
prodigios que prometiste.
Mas, ¿de dónde apercibiste
tan brevemente disfraces
con que viendo sin ser vista 1850
temeridades ocultes?

MARTESIA

Nunca en eso dificultes
mientras vieres en mi lista
los espíritus sujetos
que ejecutan cuanto pido. 1855
Si por el viento has venido
a experimentar secretos
que después te den enojos,
quien lo más, hermana, pudo,
¿no podrá lo menos?

MENALIPE

Dudo 1860
lo que veo.

TRIGUEROS

¿Medios ojos
ya en Indias? No hay patacón
que no tiemble de fayancas.
¿En el aire y manos blancas?
Busconas de España son. 1865
¿Qué es lo que mandan aquí
vuesas medias ojerías?
 
(Quiérense entrar sin hablalle.)

Damimudas, que en mis días
sois las primeras que vi.
Zamparos sin responder, 1870
siendo yo la cerradura,
es descortés travesura.
Téngase toda mujer,
que hay orden de no pasar
destos umbrales un dedo. 1875

(Dale MARTESIA.)

¡Ay, cuerpo de Cristo! ¡Quedo!
¿Quijadas sabéis birlar,
manecilla de manteca?
Más parecéis de almirez,
¡tan blanda en la vista y tez 1880
y en las dádivas tan seca!
Mano sois del Jueves Santo,
mano de tigre y tejón;
si ha de haber conversación
desenfardelen el manto, 1885
que hablar a ojo será mengua.
 
(Valas a descubrir y pégale MARTESIA.)

¡Paso! ¡Ofrézcolas a Judas!
O tener las manos mudas
o pasarlas a la lengua.
Mas ya sale mi señor, 1890
dense con él a entender
que yo no acierto a leer
bellezas de un borrador,
ya que hacerlas retirar
dos manotadas me cuesta 1895

MARTESIA

¡Don picarón, para ésta
que me lo habéis de pagar!


(Retíranse las dos sin descubrirse
y salen DON GONZALO y CARAVAJAL
y DOÑA FRANCISCA.)


CARAVAJAL

Notificó en Panamá
Blasco Núñez, como digo,
las severas ordenanzas. 1900
No habemos de tener indios,
no ha de haber encomenderos,
yanaconas de servicio
ni por la imaginación.
Llevar para el beneficio 1905
de minas los naturales
será criminal delito,
con que estériles los centros
destos codiciosos riscos,
a falta ya de comadres 1910
(quiero decir de ministros),
nos dificultan los partos
de sus preciosos esquilmos.
Podrán los conquistadores
aprender de hoy más oficio, 1915
y en pago de sus hazañas
pedir limosna sus hijos.
Todo esto ocasiona el celo
de escrupulosos caprichos,
todo esto inventan ociosos, 1920
todo esto causan arbitrios.
Los españoles que dieron
(a costa de más peligros
que tiene ese mar arenas,
que quiebran sus costas vidrios) 1925
cerros al César de plata
con que enfrenar ha podido
luteranos en Sajonia
y en Milán franceses lirios,
por medio del presidente 1930
Vaca de Castro han pedido
al virrey que suspendiendo
leyes de tanto perjuicio
permita suplicar dellas
al César, rey siempre invicto, 1935
informándole verdades
y advirtiéndole precisos
inconvenientes y riesgos
que van abriendo camino
a intentos desesperados 1940
de la fe española indignos.
Pero él, sordo a nuestras quejas,
rebelde a nuestros gemidos,
quiere perderse y perdernos
por no humanarse y oírnos. 1945
Los oidores de la Audiencia,
tan sabios como advertidos,
disponen que a Lima vaya
a consolar sus vecinos
doña Francisca Pizarro, 1950
mi señora, en cuyo arrimo,
por ser animada imagen
del gran marqués don Francisco,
fundan todo su remedio,
porque con su patrocinio 1955
creen que el virrey, cuando llegue,
como ilustre compasivo,
venerará las memorias
en ella de aquel prodigio
que tanto España celebra, 1960
que tanto honró Carlos quinto.
El cuerdo Vaca de Castro,
señor, os pide lo mismo,
y para esto me despacha
de la mitad del camino. 1965
Id piadoso a interponer
vuestro valor y servicios
entre el rigor y los ruegos,
la aspereza y los suspiros.
Gozad la acción que tenéis 1970
al gobierno que os intimo,
pues os le ofrece la Audiencia,
pues sucesor suyo os hizo
en nombre del César Carlos
el marqués que tanto os quiso, 1975
pues os llama el presidente,
pues todos os lo pedimos,
que yo, en fe de lo que os amo
y lo que ofrezco serviros,
sin esperar la respuesta 1980
voy a dar a los amigos
la nueva de vuestra entrada,
pues si lo contrario afirmo
vituperándoos de ingrato
daréis a guerras motivo. 1985

(Vase.)

GONZALO

Sobrina, no han de poder
las persuasiones conmigo
más que el valor que profeso,
más que la lealtad que estimo.
Mientras el emperador 1990
no derogare el dominio
que en daño de mi derecho
han negociado validos
para Blasco Núñez Vela,
a Las Charcas me retiro, 1995
donde en quietud y descanso
saldré destos laberintos.
Id vos a Lima, señora,
pues bastarán los hechizos
de vuestras tiernas palabras, 2000
de vuestros ojos benignos,
para suavizar rigores;
y hagan los cielos propicios
las partes de nuestro amor
para que el nombre de tío, 2005
mejorado en el de esposo,
podamos los dos unidos
lograr en tálamo casto
deseos que duren siglos.


(Descúbrese las dos y lléganse a él.)


MENALIPE

Venganzas que a deslealtades 2010
den escarmiento y castigo
verás, ingrato, primero
en mi agravio y en tu olvido.
¡Ah inconstante! ¿Estos engaños
son de la nobleza dignos 2015
que injustamente blasonas,
tan fácil yo en admitirlos?
¿Es blasón de caballeros
el prometer, fementido,
correspondencias amantes 2020
burlando pechos sencillos?
¿Así se cumplen palabras?
¿Así se estiman suspiros?
¿Así se sueltan empeños?
¿Así se pagan hospicios? 2025
Pues en mi favor los hados,
en mi venganza los signos,
en mi amparo las estrellas,
en mi abono los auspicios,
con don Fernando, tu hermano, 2030
celebrarán regocijos
las bodas que no mereces,
porque él solamente es digno
de ser de tu dama esposo
y con generosos hijos 2035
resucitar del marqués
los hazañosos prodigios.
¡Plegue a los cielos, mudable!


MARTESIA

¿Para qué, hermana, pedimos
lo que ellos ya a cargo tienen 2040
según muestran los destinos?
Ven, que amanece el aurora.

(A TRIGUEROS.)

Y vos, grosero ministro,
alcaide de ingratas puertas,
seguidme, que así imagino 2045
vengar descomedimientos.
 
(Cógele de una oreja
y vuelan los tres todo el patio.)

TRIGUEROS

¡Madre de Dios! ¡Jesucristo!
¡Que me arrebatan los diablos,
que me desoreja un grifo, 2050
que me encaraman sin alas,
que si del aire deslizo,
cien contadores de Hacienda
no han de sumar mis añicos!

FRANCISCA

¡Válgame el cielo! ¿Qué es esto? 2055

GONZALO

Sobrina, fuerza de hechizos,
que en esta tierra el demonio
con esto engaña a los indios.