Aben-Humeya: 32
Escena V
editarABEN HUMEYA, ALIATAR.
ABEN HUMEYA.- ¡Aliatar!... ¡Aliatar!... (Preséntase el esclavo negro, asomándole un puñal por la faja.) ¿Dónde están los demás esclavos?
ALIATAR.- En el patio del castillo.
ABEN HUMEYA.- ¿Estás solo?
ALIATAR.- Solo.
ABEN HUMEYA.- ¿Nadie nos oye?
ALIATAR.- Nadie.
ABEN HUMEYA.- Ve, y despierta a Muley Carime... Que venga al punto; aquí le aguardo. (Mándale con una seña que se acerque, y después le dice en secreto:) Tú te colocarás allá en lo hondo, en lo más oscuro, al desembocar del corredor... Si le ves salir quedándome yo... pásale el pecho. (El esclavo parte con precipitación.) ¡Aguarda! (Después de una breve pausa.) Tu cabeza pende del secreto.
(El ESCLAVO contesta inclinando sumisamente el cuerpo, y vase al punto.)