A tu partida
Vano es mi llanto, vano mi ruego;
Ya su estandarte de humo y de fuego
Muestra el vapor...
¡Vedlo! se burla de mis gemidos,
Solo contesta con sus silbidos
A mi dolor.
¿Veis cuan contento se pavonea?
¿Veis con que orgullo se balancea?
¡Yo sé porqué!
Mientras las olas le están meciendo,
A Buenos Aires le está diciendo
—¡Te la quité!
¡Ya leva el ancla! ¡La nave vira!...
Oye un momento, graciosa Elmira,
Ya que te vas.
¿A los que al verte partir derraman
Amargo llanto, pues tanto te aman,
Olvidarás?
Antes que crueles, el mar y el cielo
Tu nave oculten, yo mi pañuelo
Ajitaré.
El tuyo entonces dando á los aires,
Grítame Elmira:—¡A Buenos Aires
Yo volveré!
¡Partió la nave! Solo á la orilla
La espuma envia que va su quilla
Dejando en pos.
Un humo vago, lejos se mira....
Tambien lo pierde mi vista, Elmira,
¡Adios! ¡adios!