A secreto agravio, secreta venganza/Jornada 2/Escena VIII

Jornada segunda

Escena VIII

SIRENA.


SIRENA

Bien dentro de casa entré
sin que fuese conocida.
Lindamente le he engañado,
aunque él más, pues me ha dejado
tan afrentada y corrida.
Que dijera que era fea
no importaba, aunque lo fuese,
ni importaba que dijese
que necia y que sucia sea;
pero ¡aceite un ojo a mí,
y otro arrope! No, por Dios.
Y aun si lloraran los dos
una cosa, entonces sí
que callara; mas ¿que tope
un picarón, un taimado,
que mis ojos han llorado
uno aceite y otro arrope?