A mi ángel bueno
Nota: Se ha conservado la ortografía original.
Estoy triste y te a, gloria mía,
Deja un momento el mundo de la luz
Y á la tierra desciende, que no tengo
Más consuelo que tú.
Ya los párpados cierro, que del alma
Mejor asi los ojos te verán;
Ya te escucho, ya miro tu sonrisa,
Tus besos siento ya.
Si pena sufres al trocar tu dicha
Y claridad, por sombras y dolor,
A donde corra el llanto más acerbo
Te ofrezco en cambio ir yo.
Y si me colmas de inefable gozo,
Tu pensamiento reflejando en mí,
Enjugando en tu nombre muchas lágrimas
Te haré tambien feliz.
La razon en que fundo mi tristeza
Vás, mi cielo, por último, a saber:
Que ve lejano el fruto mi esperanza
De mi consciente fe.
II.
Tu que en mi espíritu, mis pensamientos
Al formularse, leyendo vas,
De lo que pienso siempre llorando
¿Cuándo el consuelo me puedes dar?
Pido y recibo; llamo y me escuchan;
Luz he buscado; paz encontré;
Mas ¿cómo lejos de sus encantos
Alumbro el alma de una mujer?
Madrid 1872.