Cardos y lirios/Fulminado

Fulminado editar




¡Vibras, rayo! La muerte va contigo;

tronchas el árbol y huye tu reflejo;

las aves lloran al frondoso amigo;

¿cómo no han de llorar al árbol viejo

que les dio sombra y bienestar abrigo?


¡Salta el rayo en la nube! Alfanje de oro,

raja el ámbito negro y atraviesa

el abismo; desciende á la dehesa

y hundese en el testuz del viejo toro.


Tras el brusco esplendor del meteoro,

del verde llano á la montaña espesa

el trueno pasa retumbando!... Y cesa

de la borrasca el fecundante lloro.


El huracán, terrible y altanero,

cierra sus fauces lúgubres; ya nada

se mueve. En el cenit brilla un lucero.


Y desde la llanura dilatada,

sube, como un reproche lastimero,

¡la gran lamentación de la vacada!