Yo, pecador
YO, PECADOR
Mi boca fue a manera de un ático panal
do acudieron los besos en lírico tropel,
abejas amorosas que llenaron de miel
mi espíritu sediento y mi carne mortal.
Ha gravitado en mi alma, sincera y vertical,
la voz inexorable y cóncava, de aquel
de testa fascinante que al bíblico vergel
arrancó la manzana con giros de espiral.
Soy, Señor, de tus siervos, quien más ha delinquido:
el no poder amar fue mi pena más honda,
el no poder besar fue mi mayor tormento.
Dame, de tus castigos, la acre copa redonda;
y pues soy de tus siervos el que más te ha ofendido,
yo te pido perdón.. ¡pero no me arrepiento!