Yaraví
de Mariano Melgar
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VI

Sin ver tus ojos
Mandas que viva
Mi pecho triste;
Pero el no verte
Y tener vida
Es imposible.

Las largas horas
Que sin tí paso
Son insufribles,
Vivo violento,
Nada me gusta,
Todo me aflige.

El sol me envía
Para alegrarme
Luz apecible;
Mas si no trae
Tu imágen bella,
¿De qué me sirve?

En mi retiro
Aguardo sólo
Hasta que viste
De negro luto
El orbe entero
La noche horrible.

Miéntras los astros
Van silenciosos
Al mar á hundirse,
Yo revolviendo
Estoy las penas
Que el pecho oprimen.

En mi desvelo
Mi amor y pena
Suelo decirte:
Pero estas lejos,
No oyes mi llanto.
Ni por mí gimes.

Por largas horas
Mi amarga queja
Mi alma repite,
Hasta que el Cielo
Para mal mío
De luz se viste.

Entónces veo
Ser todavía
Más infelice,
Porque el desahogo
Que me dá el llanto
La luz me impide.

¡ Ay ! Así vivo
Dando á mi pena
Giros terribles;
Y así muriera
Si eterna fuese
La ausencia triste,

Hacer tú puedes
¡ Ay vida mía !
Que yo respire,
Amando fina
Á quien tan solo
De tu amor vive.