Ya silba el viento
Ya silba el viento en la nevada cumbre, y al soplo impetuoso la cabaña, vacila del zagal, que en frágil caña con paja entretejió flaca techumbre; y Bato el mayoral sin pesadumbre, aunque su grey del aquilón la saña siente y perece, con paciencia extraña huelga al calor de regalada lumbre. El mísero zagal humedecido de helada nieve, por salvar se afana la grey no suya en le pelado ejido. Zagal, reposa; tu fatiga es vana; su hacienda el mayoral tiene en olvido, y ni a acordarse de tu afán se humana.