Y otras melancolías

Y otras melancolías
de Antonio Domínguez Hidalgo


Domínguez Hidalgo

Y OTRAS
MELANCOLÍAS


OBRA POEMÁTICA COMPLETA.
TOMO 10

 
A
Atado a mis ensueños de cristal inastillable,
ahumado.
Tras intentos de pequeñas piedras huecas
que estrellaron su victoria
a medias
por quebrarlas,
ingeniería inútil,
sigo en pie
SIGO EN PIE
SIGO EN PIE
SIGO EN PIE
SIGO EN PIE
tan en pie como los cerros de vejez que reverdece su altivez de antaño
y levanta en la llanura seca su potencia de voz
y de presencia.
Sereno
con alguno que otro trueno en mis alturas
relámpagos divinos
Zeus enfurecido
breves tormentas
QUETZALCOATL
invadido de una ancha pesadumbre por los tantos
que se quedan en cavernas
oprimidos
y las gozan creyendo que la rosa en primavera
dura siempre
y se concretan,
se decretan simples rocas pegadas a su arena...
desatando recuerdos
liberando
contemplando las alas
que yo tuve...
fulgores que tenía enredados tan profundo
entre mis manos
que luego a pedazos se fundieron
en medio de nostalgias campesinas
al centro de tristezas estancadas,
estacadas,
laberinto obrero,
congestionado tránsito de lágrimas
y otras melancolías...
AQUÍ
donde el pasado me construye estatua
y eleva sobre alfombras encantadas
mi escupido jade,
redivivo,
te digo lo más hondo,
lo más sincero de mi valle roto
lo más bruñido de mi cráter muerto
TE PERDONO AMIGO
Sí, no te equivocas.
A ti, aquí, a ti...
Tú que te quedaste con mi cuerpo antiguo,
vestido con mis sueños desvestidos,
desvestido,
y llagaste más horas al camino...
mi camino.
Tú...
tú que preferiste quedarte entre la peste;
bubónicos
corruptos
hijos de puta sifilítica,
negocialismo
carroña
y me moriste...
me moriste un poco,
sólo un poco, moriste para mí,
aunque vives en mi muerte.
TÚ...
tú que renunciaste a la grandeza de alba que no se mancha de sombras
ni hace sombras para secuestrar prestigios de gusanos tesoreros,

tú que no supiste comprender las esperanzas salvadoras de un allende en lucha
aquende
tiempo muerto
matado
alicaído
y elegiste la callada ruta de doblar rodillas cómodas
y astillarte la blancura...
TÚ...
escucha este poema
y ENTIÉNDELO
si puedes...
que aún mis brazos te reciben a pesar de tu traición
a cuestas;
a pesar de comidillas hambreadoras
a pesar de las afrentas.
Igual que siempre,
no obstante las heridas,
mirada abierta presintiendo la espalda que se cierra
y se voltea,
puerta convenenciera,
adivinando la espada brutal
final
marco esperado,
quoque tu
amigo...
amigo...
amigo porque sé que aunque sonrisas te presentan
-representan-
estás sufriendo
¡Qué sufrimiento!
Y sufrirás conmigo
aunque no quieras
con tu miedo al descubierto.
¡Qué carga tan pesada lo sustenta!
te sustenta
¡Qué grito tan callado lo remuerde!
te remuerde
¡Qué marchito tu paisaje verde!
Oscurecido
ennegrecido
amigo



 
T
Despojados de ataduras,
fugitivos,
penetraron mis brazos al misterio de la esfinge
y el sueño presentido por mis manos
laberinto
se fue revelando entre sus labios
que callaron
Y en el silencio de su goce mudo
mi grito de sed bebió sus mares
e inundados
mi cuerpo con su cuerpo navegantes
se ahogaron al temblor delirio



del oleaje...

 
I
No...
no entiendo.
No entiendo por qué no pude sembrar los trigos
en las cenizas del cementerio
ni amar las cruces que esperanzaron
los giros lívidos de golondrinas distantes de árboles
y al siempre vuelo de alas abiertas
mi sed inmensa se la retuvo en el muro hueco
de las cadenas...
que la atormentan.
Carceleros
¡Cancerberos!
¡PERROS!
(pobre perros)
No...
no entiendo por qué he nacido con tanta entrega
que a puños quieren que no se entregue.
No entiendo por qué he de aislarme de la arboleda
que crece insólita
entre las miserias
que las estigman
y las humillan de enredaderas
que las asfixian.
Y aunque no entiendo
bien que lo entiendo:
juego evidente
naipes heridos
Comprendo al labio que se desnuda
y a las harpías que me condenan.
Sé bien del sueño que los astilla.
Oigo los miedos que los cercenan.
Palpo los odios que los empuñan
y lo comprendo
y los comprendo.
Pero...
¡pero no entiendo!
No entiendo por qué si hay alguien
que dé sus fuegos para el incendio
se los apagan
y más se encienden.
¡MÁS SE REENCIENDEN!

¡MÁS SE LE ENCIENDEN!


¡MÁS SE ME ENCIENDEN!


 
Q
Muda la estatua que se levanta
al centro de antes...
roto de arena
grieta del alba
despedazado Osiris
sólo contemplo los cien escombros
que me dispersan el despilfarro
de sol opaco.
Seth asesino.

Harto de sueño
ahíto de ansias
como la quiebra de un mausoleo
de espurios mármoles
-llanto en el fuego-
solemne al viento que me acaricia la frente inerte
entre los despojos
de mi arrogancia
invierno
levanto blancas banderas rojas
Y PUNTO
.
punto
.
Punto negro en la sed dorada de mis ensueños verdes
verdes
 
U
Nítida región de una pintura seca
(tan transparente que eras)
te vas contaminando de tus aires
que se daban primaveras y donaires
de canción.

Nítida expresión callada
(color disperso en el instante de una euforia yerta)
has rodado hasta el murmullo cuerdo
de un recuerdo abrazado a la ilusión
tardía
cuando un dolor te dibujaba el rostro
incrustado de añoranzas que se iban
tras el libro que lloraba
su letra en agonía.

Nítido color en el mural frustrado de los cuerpos...
(tan fugitivo en tu ardoroso brote
de parto que anticipa el nacimiento
de una vida muerta
en el silencio de unas horas muertas
que sin embargo viven
viven
para entregar su imagen
cierta
de tanta incertidumbre
en puerta).



 
E
Y después cómo...
cómo voy a navegar por estas calles sin tu esencia
consumido por el viento
Cómo voy a entender todos los ruidos rechinidos
de las llantas deslizándose
al hastío.
Cómo voy a abrazarme de la lluvia sin tu cuerpo
en llamas
soledad de sol
Cómo voy a explicarme la metáfora de tu imagen
fugitiva al simbolismo
si se han roto nuestros días en el vórtice llorado
deshojado
olvidado
de nuestras primeras armonías
melodías
fantasías
Cómo voy a entender tantos gasneones
que se prenden y se apagan de ilusiones
con sus blancos
  y sus rojos
en amores
dolores que se agrandan
entre líneas que se apagan...
formas asesinas que incineran con sonrisas
a las sombras
CÓMO...
cómo voy a entender los semáforos de avance
 y los altos de aventuras...
Cómo voy a sentir los pisos húmedos de mis pasos
lloviznados y brillantes.
Cómo voy a explicarme esta ciudad que me devora
sin tus horas
sin tu ahora
sin el casi ya casi en tu cansancio al paraíso...
Cómo ir desenredándome para otro encuentro
si tú...
tan distante
fragante y olvidante
no recorres esta sed de entrega...
entrega que te labra cada noche tus ausencias,
cada día tus presencias,
cada sueño mis vehemencias.
Cómo proseguir la ruta inmóvil sin tus alas
galas de fecundas aves,
naves vacías,
frías
hacinar melancolías
impías.
Y después cómo...
cómo regresar al mismo sitio donde antaño te veía
convertido uniforme
sin distingo
y saber que a la vuelta de mis ruegos
tu casa...
tu casa está tan lejos de la mía
a pesar de estar tan cerca
consumiéndose
casi muerta de su muerte en agonía
que es tu vida abierta
y mi vida incierta
para entonces...
ya sin ti




DESIERTA
 
 
P
Con mi soledad al hombro te busco entre los ecos circulares que repiten los recuerdos de tu sombra en flama...
ceniza despojada de su cierzo...
Y a mi paso de minuto eterno
diminuto
no te encuentro
Solitario navegar de los inciensos que recorre
los llovidos ríos
de un moribundo intento.
Y camino en la ciudad abierta a mi cárcel inundada
de vacíos
que fragmentan...
que fragmentan las nieblas arrastradas
de tu cuerpo
mi cuerpo
el cuerpo que era mío
nuestro
de cada día
y hoy...
ventanales enlutados
agrietados
pisos disfrazados de estaturas agachadas
cenáculo de larvas asfixiadas
billeteras
pisos de grillos desnotados
(anotados)
YERTO





 
E
Distante de todos...        y cercano
Tan cercano como cuando las palabras
me envolvían con labios que pugnaban por saber mi voz...
mi voz profunda
Tan distante como cuando los oídos me golpeaban
sus silencios
que rasgaban mi atrevido grito
ingenuo.

Distante de todos...        y cercano

descubro las arenas en mi mano
altiva mano de otras siembras
marchitadas en su floresta inútil
rota su caricia
mustia su ternura
destruida al tacto del desierto rojo
Distante...
entre tantos cuerpos presentes
ausentes
laboro mi fogata próxima
antigua...
Alas tendidas en la noche penumbra de mi llanto exacto
extendidas
prisioneras
(aunque bien que les sabe su prisión perpetua)
volando su residuo sueño
fatigadas
colgadas de un perchero entristecido
aguardando el sepelio de la lumbre muerta.


¡Distante de todos!
Y cercano




 
R
Tan soledad fue la del ayer perdido
como será la del mañana muerto
y en el desnudo amanecer de siempre
ya no me queda más que saberme en otro rostro
transmigrado
lejano de rencores desolados
desondados
amarrados
perdonados.
Ya no me queda más que comprenderme
viendo arrastrarse los gusanos
que de todos...
cada uno es un distante sueño que no alcanza
a renacerse
eterno
en su ansiedad de ave.
Y para diario...
circulación continua
sin detenerme nunca
pasajeros los recuerdos que se hacinen-se-asesinen y se olviden
sin calvario de paradas prohibidas
o contrarios sentidos sin sentido:
Soledad de Dios.

Libre de tiempos en el reencuentro
de mi propia arcilla
me levanto nave al viento
y lento
lento me desposo con la altura...
-otra vez-
Incesante fuego revivido que me incendia
la aventura de indagar luceros...

sin abrasarme más a ellos.



 
D
Sobre volando escombros
náufrago de incendios
que ni falta me hacen
mezclado en mis ayeres de mañana
desahogado
torno a renacer sobre mi propia muerte
que no acaba de morir en mi nacer
tan cierto
como el fuego que se apaga
y no está muerto.
Inmerso...
inmensamente inmerso en mi horizonte llama
indominable llama
callada gesta de mis sueños
me labran siluetas extraviadas
-artesanas Isis-
alforja nueva
como las notas de un violín cansado de trompetas
que lo opacan
y sin embargo se oye
Hundido en mí
tan hondo encuentro
violines y trompetas en combate
renacimiento parco
me confundo en los aires que me llevan
   a donde sólo me revistan de matices...
concertino pacto
las euforias TERCAS.





 
O
Envuelto en los telares de la aurora
me renazco en otro manto...
árbol desprendido de raíces seculares
que fraguaban fruncidas a mi cuerpo
otro cuerpo,
destejido,
las agujas de Aracné.
Y flotando en el espacio que rehíla
rehilete
mi vasta libertad de cosmos
me borda de semillas estivales
retejido
al morir mi primavera en fruto
luego del encuentro
luego de la siembra
luego de las selvas
luego de la estrella
y los vientos.
Callada mi voz que no se ahoga
me ciñe a percales que me enllaman
de cuerpos innovados
troncos
de rostros convencidos
hojas
de labios despejados,
FRONDAS
para hacer de mi ritual tejido
solar corazón que brota ahumante
(LIBRE)
a las alturas sin manos rameras
que lo opriman
ni lo sangren...


 
N
DESNUDO…
míralo desnudo
pálpalo desnudo
 siéntelo desnudo
Insólitamente desnudado quedó mi corazón
abierto al sesgo de la aurora que lo sacrificaba
y sin ropajes de sombras
ni joyeras armaduras
INTACTO
se revolvió entre mi lecho
pedregal iluminado
envuelto en el preludio de la llama
solar...

 
 
A
Qué extraño sabor a tiempo me amaneció entre los labios
y en el silencio...
en el silencio de una santidad que huele a viento de polvo lloviznado
o de un cuerpo que no se tiene
tenido
renunciado
me envuelve.
¡Qué extraña sensación de agua en reposo
de tarde liberada
de noche antigua
de mañana abierta!
¡Y qué sol tan sol entre mis brazos!

¡Qué luz tan luz entre mis manos!

¡Qué cierzo tan olvidado!

¡Qué llagas tan cicatrices!

...tan cicatrices.


 
S
Frente a ti…
libre de todos
sentado en el nocturno transcurrido de mi tiempo
me dispongo a regresar a plena luz del día
bajo un cielo desprovisto de tinieblas
y uncido en su promesa
de mañana eterna.
Frente a ti
enhiesto y pálido de tantas desnudeces
 lanzas agotadas de costados sin longinos
insonoro en mi dolor
sonriente
me preciso
como luz que se despoja mariposas
titilantes
-amortajadas quemaduras-
como el agua que sucumbe su murmullo de onda
maremoto a solas.
Frente a ti
callado en mi pregón ausente
agregado a nuevas albas
me renazco túnica en tu cuerpo
latido de tu lid en movimiento
y mente.
Frente a ti...
brotando a puños liberantes
surgiendo a carnes desgajadas
ME LEVANTO
Y ANDO
firme
renacido
amante...

Y HABLO PARA QUE TÚ ME VEAS
para que tú me sientas
para que tú me pienses
TRANSFORMADO
y en mí conviertas
tu sed eterna...


en FUEGO…