Voy siguiendo la fuerza de mi hado

Voy siguiendo la fuerza de mi hado
de Fernando de Herrera


Voy siguiendo la fuerza de mi hado 
por este campo estéril y ascondido; 
todo calla y no cesa mi gemido 
y lloro la desdicha de mi estado. 

Crece el camino y crece mi cuidado, 
que nunca mi dolor pone en olvido; 
el curso al fin acaba, aunque estendido, 
pero no acaba el daño dilatado. 

¿Qué vale contra un mal siempre presente 
apartarse y huir, si en la memoria 
se estampa y muestra frescas las señales? 

Vuela Amor en mi alcance y no consiente, 
en mi afrenta, que olvide aquella historia 
que descubrió la senda de mis males.