Volviendo a Filis sus elogios
Vuelven a tu poder, Filis divina, prendas a quienes dio ser y existencia el gozo, el desconsuelo y al impaciencia, conceptos del amor que me domina. Dichosas ellas, pues que las destina a hacer cerca de ti su residencia la suerte grata, cuando su violencia con la más dura ausencia me conmina. ¡Con cuánto desconsuelo lucha el alma vencida de un recelo que la embiste, y contra quien en vano el juicio lidia! ¡Mas cómo yo podré esperar la palma, cuando he llegado a término tan triste que a mis mismos papeles tengo envidia!