Viaje en las regiones septentrionales de la Patagonia/Advertencia

ADVERTENCIA.

En los momentos de darse a luz este libro, he recibido de buenos-aires la siguiente carta que publico por referirse esclusivamente a la obra.

Buenos-Aires, octubre 13 de 1863.

Señor don Guillermo E. Cox, Santiago de Chile.

 Mui señor mió:

Con la lectura de su viaje en las rejiones septentrionales de la Patagonia que publica el Araucano, me ocupo de seguirlo en la interesante descripción detallada con que Ud. presenta todos sus accidentes.

Admirando la perseverancia de su dedicación en esas investigaciones, comprendo sus azares para superar las dificultades de la naturaleza i de los hombres habitantes en el espacio que Ud. ha recorrido.

Me faltaba, para apreciar debidamente el mérito de su relato, la confrontación que hice con una persona de aquellos lugares que ha conocido a Ud. en ellos i confirmado hasta los nombres propios con que Ud. los designa: habiendo conseguido este hallazgo providencialmente, me permito avisar a Ud. lo que he inquirido para la prosecusion de sus esploraciones dignas del feliz éxito que tanto interesa al progreso de la civilización i del comercio.

En una comitiva de indios de la tribu del cacique Chagayo procedentes del Carmen de Patagones, llegó aquí su buen amigo Juan Antonio Negron (álias Juan el Chileno). —Desde que me relacioné con este, recordando las repetidas veces que Ud. lo menciona en sus viajes, lo examiné con detención; después de algunas conversaciones relativas a Ud., a su naufrajio en el Limai, su refujio a las tolderías Paillacan i Huincahual, emprendí la lectura de sus escritos que escuchaba Negron con el mas decidido interés, satisfaciéndome a toda las preguntas que le hice sobre las distancias i nombres de los parajes, de las situaciones de las tribus, sus caciques, familias i costumbres, entrando Ud. con su comitiva i el perro "Tigre" en el conjunto del cuadro recorrido i perfectamente esplicado por Negron.

Fácil es comprender el interés que ofrece la escena comparativa de sus veraces escritos, con los informes dados por el testigo indíjena conocedor de la mayor parte de sus acontecimientos, de los sitios i personas donde ocurrieron.

Para que nada faltara al interés que tomó Negron por oir la lectura de sus viajes, le referí con detención los pasajes en que Ud. lo menciona agradablemente como a su buen amigo, causándole mucho gozo el episodio de Manuela i pendencia con Melipan.

Desde que entablamos una comunidad de interes con Negron i sus compañeros, entre ellos el hijo del cacique Chagayo, por la lectura de sus viajes, procuraban saber todos los dias si recibía mas noticias i escritos del ingles, los que les hacia conocer según llegaban en el Araucano hasta el núm. 2573.

Puestas las cosas en esta sazón he aconsejado a Negron i sus compañeros, empeñen todo su influencia desde las tribus de Huincahual hasta las próximas al Carmen en Patagones, para que sus caciques propendan al buen suceso de la navegación del Rio Negro por sus afluentes Limai o Neuquén. Para interesar la concurrencia de los caciques demostré a la comitiva de Negron las ventajas que la navegación de aquellos rios daria a los indios recibiendo con frecuencia i baratos los artículos que precisen comprar o permutar por sus pieles, plumas, tejidos etc, etc.

Negron me ha prometido transmitir a los caciques de su relación lo espresado; pero opina que seria conveniente e indispensable preparar la buena relación de Ud. con los caciques que aun no ha conocido en los campos que debe cruzar hasta el Carmen, por ser ellos los que le hacen oposición al tránsito que completaria su viaje. Bien sabe Ud. que tales relaciones se establecen con obsequios de prendas de plata i demás objetos iguales a los que ya presentó a sus demás amigos.

Averiguando a Negron, al hijo del Chagayo i otros indios la distancia que habia del punto de su naufrajio al Carmen por la costa del Limai i Rio Negro, calculaban como doscientas cincuenta leguas.

Ahora debo manifestar a Ud. que hace algunos años he tenido grande empeño por la población del territorio Patagónico: para conseguirlo presenté a este Gobierno en 1856 un proyecto de colonización; si entónces lo hubieran aceptado sin los reparos que lo imposibilitaban, tendríamos hoi mas de quince mil familias estranjeras desde el Carmen a la isla Choelechel i en la Península de San José, navegando el Rio Negro desde el Oceano a su confluencia con el Neuquén cien leguas mas abajo del punto en que Ud. naufragó en Enero último.

Pienso que el párrafo precedente justificará mi interés directo en la lectura de sus viajes, mi sincero deseo por su triunfo en cuantas dificultades se le opongan i mis empeños por el cultivo de sus buenas relaciones con nuestro comun amigo, Juan Antonio Negron, como interlocutor importante de los caciques Huincahual i Chagayo i otros que recientemente han celebrado tratados con este Gobierno.

Permítame Ud. rogarle tenga alguna conferencia con Juan Antonio Negron, si medita continuar sus viajes hasta el Carmen; para verlo puede hacerlo llamar por su hermano el cacique Mariano Huerchal que vive cerca de Osorno, costa de Nolguehué, de su tio Manuel Negron, o de su cuñado Luis Quehulú, de la misma tribu de Huerchal, a todos lo que recomienda mucho a Ud. Juan A. Negron.

Sírvase Ud. contarme entre sus admiradores i mui atento servidor Q. B. S. M.

Mariano Baudrix.
Cónsul de Chile en Buenos-Aires

Somos 21 de octubre.—Hoi marchó Negron con sus compañeros en un vapor para Patagones; me recomendó adjuntarle el grupo que le incluyo, contiene núm. 1, Juan A. Negron, núm. 2. José Maria hijo del cacique Chagayo i núm. 3 Agustin, especie de atatché.—Como llevan iguales fotografias les seria mui agradable confrontarlas con la de Ud. en las "Manzanas" o donde Mandinga perdió el Poncho. Esa tarjeta puede ponerlo en la mejor intelijencia con los hijos de los "Manzanares."

S. A. S.
M. B.

A SIR WOODBINE PARISH K. C. H. F. R. S. G. S.
Al Vice-Presidente de la Real Sociedad Jeográfica de Lóndres.



 Señor:

En vuestra obra titulada: Buenos-Aires i las Provincias del Rio de la Plata, que publicásteis hace algunos años, os manifestais vivamente penetrado de las inmensas ventajas que podrian reportar las dos Repúblicas de Chile i del Rio de la Plata con la posibilidad de una comunicacion entre el Océano Atlántico i la Cordillera por medio del Rio Negro i del Lago de Nahuelhuapi: poneis tambien en evidencia la importancia de conocer la naturaleza del desaguadero de dicho lago. En el viaje que he realizado, he practicado el reconocimiento de ese gran lago i del curso de su desagüe hasta el punto donde alcanzó en 1782 el infortunado piloto español, don Basilio Villarino, remontándolo desde el Atlántico.—Los resultados de mi viaje, están consignados en este libro, cuya dedicatoria os ruego acepteis como un débil testimonio de mi admiracion por el incesante estímulo que habeis acordado siempre al adelanto de las ciencias jeográficas i a la resolucion de esos grandes problem que tienen por objeto ligar entre sí a todos los pueblos i hacerlos llegar juntamente al mismo grado de civilizacion.

 Soi vuestro obsecuente servidor,

Guillermo E. Cox.
 Santiago, junio de 1863