Versos sencillos (J. Martí): XXVII

XXVI
Versos sencillos de José Martí
XXVII
XXVIII

El enemigo brutal
Nos pone fuego a la casa;
El sable la calle arrasa,
A la luna tropical.

Pocos salieron ilesos
Del sable del español;
La calle, al salir el sol,
Era un reguero de sesos.

Pasa, entre balas, un coche:
Entran, llorando, a una muerta;
Llama una mano a la puerta
En lo negro de la noche.

No hay bala que no taladre
El portón; y la mujer
Que llama, me ha dado el ser;
Me viene a buscar mi madre.

A la boca de la muerte,
Los valientes habaneros
Se quitaron los sombreros
Ante la matrona fuerte.

Y después que nos besamos
Como dos locos, me dijo:
"Vamos pronto, vamos, hijo;
La luna está sola: vamos."