Veni Sancte Spiritus

El Tesoro de la Juventud (1911)
El libro de la Poesía, Tomo 17
Veni Sancte Spiritus

Nota: se ha conservado la ortografía original.

VENI SANCTE SPÍRITUS

La siguiente secuencia, que desde hace siglos figura en la liturgia de la Iglesia, fué compuesta, según se cree, por el Pontífice Inocencio III (1168—1216).


V

EN, oh amante y piadoso Santo Espíritu,

Y de tu luz envía desde el cielo
Un rayo de favor.

Ven de los pobres ¡ay! padre dulcísimo,
Manantial de favores y consuelo,
Fuente de puro amor.

Del pecho atribulado luz purísima,
Refugio suáve, refrigerio inmenso
De herido corazón.

Reposo en los trabajos, dulce bálsamo,
Y alivio grato en el bochorno intenso
De la triste aflicción.

¡Oh de esplendor eterna luz vivísima!
De tus fieles el alma enamorada
Inunda de fervor.

Sin Ti nada es el hombre; noche lóbrega
Sin Ti reina doquier; sin Ti no hay nada,
¡Oh Espíritu criador!

Lavad lo inmundo, sí, regad lo seco,
Lo que hay enfermo en mí, médico santo,
Dulcísimo sanad.

Lo que en mí se desvíe de su centro,
Tome a Vos: de mi amor el dignó encanto
Nutrid y fomentad.

Dad al que en Vos confía y en Vos cree
De vuestros siete dones celestiales
La flor de la virtud.

Verted de vuestro amor dicha a raudales,
Y al alma prometed el premio eterno
De la eterna salud.