Válate Dios, el charco, el que provocas
La primera vez que vio la mar
¡Válate Dios, el charco, el que provocas
con verte a helar el alma de las venas,
Adán de tirubones y ballenas,
almejas viles y estupendas focas!
Cerúleo sorbedor por tantas bocas
de más naves que vio tu centro arenas;
teatro en quien oyó trágicas scenas,
sentada la Fortuna entre estas rocas.
Tú, que enseñaste al Draque, a Magallanes
lo más estrecho de tu campo oblico,
a pesar de sirenas y caimanes,
en España nací con solo el pico,
cansado estoy de trajinar desvanes,
dime, ¿por dónde van a Puerto Rico?