Una rana que reventó

Nota: Se respeta la ortografía original de la época
FÁBULA XXIII.


no se las apuestes á los mayores.


Una rana que reventó y el buey.

Los pequeñuelos perecen, cuando quieren competir con los grandes.

Una rana vió en un prado á un buey, y envidiosa de tan grande corpulencia, infló su arrugada piel, y pregutó á sus hijos si estaba ya mas abultada que el buey. Respondiéronla, que no. Segunda vez ensanchó su piel con mayor esfuerzo, y de la misma suerte, preguntó, quien de los dos era mayor. Ellos dijeron, que el buey. Por último, impaciente, mientras forceja por hincharse mas, cayó allí reventada.



notas.

Rana. Horat. trae esta misma fábula, para abatir el orgullo de un hombre que teniendo apenas dos pies de alto, queria parecer de tanta estatura como el gladiator Turbon; y siendo abatido, portarse con tanto lucimiento, coso Mecenas. Vide lib. 2. Sat. 3 v. 56.