Bah!
El dulce daño (1918)
de Alfonsina Storni
Una pared

UNA PARED


Están plenas mis ánforas del más rico licor,
Los pebeteros arden propiciando el amor
Y los labios no mojo pese acaso a mi sed.
¿No sabéis que a momentos soy alguna pared
Alargada y derecha, torpemente tenaz?
Pero yo, como todos, suelo usar antifaz.