Un piloto y un marinero
FÁBULA XIII.
en las prosperidades teme; en las adversidades espera.
Un piloto y un marinero.
Quejándose uno de su poca fortuna, Esopo fingió esta fábula para consolarlo.
Hallándose una nave acosada de recias tempestades, entre las lágrimas de los pasageros y miedo de la muerte, súbitamente se volvió á serenar el dia: comenzó la nave á bogar segura con prósperos vientos y los navegantes á solazarse con demasiada alegría. Entonces el Piloto, á quien el pelígro hizo cuerdo, dijo: No hay que alegrarse mucho, ni quejarse demasiado, porque el dolor y el gozo andan mezclados siempre en la vida.
notas.
Faciem ad sererenam, &c. Algunos ponen este verso despues del que empieza Nimiaque.