Un novillo feroz y un fuerte toro
Un novillo feroz y un fuerte toro lidian delante su becerra amada, y mirábalos Silvia descuidada, de gracia y de beldad rico tesoro, cuando por la ribera un sacro coro de ninfas ve venir, y en su llegada fue de ellas mi pastora coronada de flores, que eran perlas sobre el oro. Y como el fuerte vencedor furioso dio alegre fin a la obstinada empresa, zampoña no quedó que no tocase, diciendo: «¡Oh bien nacido y venturoso Silvano, si tu llanto, que no cesa, con fin tan venturoso se acabase».