Un hombre y un perro
FÁBULA II.
la impunidad es atractivo para el delito.
Un hombre y un perro.
Un hombre mordido de un perro furioso, arrojó al agresor un pedazo de pan teñido en su sangre, lo que había oido ser eficaz remedio de su herida. Viólo Esopo, y le dijo: no hagas tal cosa delante de muchos perros, no sea que nos traguen vivos si llegan á saber, que á semejante culpa se da tal premio.
El buen suceso de los impíos anima á muchos.
notas.
Remedium vulneris. Estaba este hombre neciamente persuadido á que era remedio de su herida dar al perro pan mojado en la sangre que de ella corria.