Tratado de la pintura/XXIII
§ XXIII.
editarAquellos que se enamoran de sola la práctica, sin cuidar de la exactitud, ó por mejor decir, de la ciencia, son como el piloto que se embarca sin timón ni aguja; y asi nunca sabrá adonde va á parar. La práctica debe cimentarse sobre una buena teórica, á la cual sirve de guia la Perspectiva; y en no entrando por esta puerta, nunca se podrá hacer cosa perfecta ni en la Pintura, ni en alguna otra profesión.