Tratado de la pintura/LXXI
§ LXXI.
editarAl representar el tamaño que naturalmente tienen los objetos antepuestos á la vista, se deben ejecutar las primeras figuras (siendo pequeñas) tan concluidas como en la miniatura, y como las grandes de la pintura al óleo; pero aquellas se deben mirar siempre de cerca, y estas de lejos; y asi su ejecución debe corresponder á la vista con tamaño igual; porque se presentan con igual magnitud de ángulo, como se ve en la siguiente demostración. Sea el objeto B C, y el ojo A: sea D E un cristal, por el cual se vean las especies de B C. Digo, pues, que estando la vista firme en A, el tamaño de la pintura que se haga por la imitación de B C debe ser en sus figuras tanto menor, cuanto mas próximo se halla á la vista A el cristal D E, y á proporción concluida su ejecución. Pintando la misma figura B C en el cristal D E, deberá estar menos concluida que la B C, y mas que la M N pintada sobre F G; porque si la figura O P estuviese concluida como la natural B C, seria falsa la perspectiva de O P, pues aunque estaria arreglada en cuanto á la diminución de la figura, estando disminuido B C en P O; no obstante la conclusión no seria correspondiente á la distancia: porque al examinar la perfección de la conclusión del natural B C, pareceria hallarse B C en el sitio de O P; y al examinar la diminución de O P, parecerá que se halla en la distancia de B C, y según la disminución de su conclusión en F G. Figura III.