Tratado de la pintura/L
§ L.
editarLas figuras deben representarse con aquella actitud propia únicamente de la operación en que se fingen, de modo que al verlas se conozca inmediatamente lo que piensan ó lo que quieren decir. Esto lo conseguirá mejor aquel que estudie con atención los movimientos y ademanes de los mudos, los cuales solo hablan con el movimiento de las manos, de los ojos, de las cejas y de todo su cuerpo, cuando quieren dar á entender con vehemencia lo que aprenden. No parezca cosa de chanza el que yo señale por Maestro uno que no tiene lengua, para que enseñe un arte en que se halla ignorante; pues mucho mejor enseñará él con sus gestos, que cualquiera otro con su elocuencia. y asi tú, Pintor, de cualquiera escuela que seas, atiende según las circunstancias, á la cualidad de los que hablan, y á la naturaleza de las cosas de que se habla.