Tratado de la pintura/CLXVII
§ CLXVII.
editarEl hombre cuando niño tiene la anchura de la espalda igual á la longitud del rostro, y á la del hombro al codo, doblado el brazo: igual á esta es la distancia desde el pulgar al codo, y la que hay desde el pubis á la rótula ó choquezuela, y desde esta á la articulación del pie. Pero cuando ya ha llegado á la perfecta estatura todas estas distancias doblan su longitud excepto el rostro, el cual junto con lo demás de la cabeza no padece tanta alteración: en cuya suposición el hombre cuando ha acabado de crecer, si es bien proporcionado, tendrá en su altura diez longitudes de su rostro, la anchura de su espalda será de dos de estas longitudes, y lo mismo todas las demás partes mencionadas. Lo demás se dirá en la medida universal del hombre.