Nota: Se respeta la ortografía original de la época

§ CCX.

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De la gracia de los miembros.

Los miembros de un cuerpo deben acomodarse con gracia al propósito del efecto que se quiere haga la figura; pues queriendo que esta muestre bizarría, se deben representar los miembros gallardos y extendidos, sin decidir mucho los músculos, y aun aquella demostración que se haga de ellos debe ser muy suave, de modo que se conozca poco, con sombras claras; y se tendrá cuidado de que ningún miembro (especialmente los brazos) quede en línea recta con el que tiene junto á sí. Y si por la posición de la figura viene á quedar la cadera derecha mas alta que la izpierda, la articulación del hombro correspondiente caerá en línea perpendicular sobre la parte mas elevada de dicha cadera, quedando el hombro derecho mas bajo que el izquierdo, y la hoyuela de la garganta siempre perpendicular al medio de la articulación del pie que planta. La otra pierna que no sostiene, se hará con la rodilla algo mas baja que la derecha, y no separadas.

Las actitudes de la cabeza y brazos son infinitas, por lo que no me detendré en dar regla alguna para esto: solo diré que deben ser siempre naturales y agraciadas, de modo que no parezcan leños en vez de brazos.