Tierra del Sueño (Díaz tr.)

Nota: Se respeta la ortografía original de la época
TIERRA DEL SUEÑO



Por una ruta obscura,
Por ignorada senda
Que recorren los ángeles malditos,
Donde el Idolo-Noche adusto reina
Sobre fúnebre trono — de allí vengo —
De la Thule fantástica y postrera —
Desde un clima hechizado, prodigioso,
Un clima que se encuentra
Allá, lejos, muy lejos,
Del tiempo mismo — y del Espacio fuera.

Valles profundos, gigantescos rios,

Y hondísimas cavernas,
Inmensos precipicios,
Y titánicas selvas —
Formas que el hombre descubrir no puede
Porque se hallan hundidas en la niebla —
Montañas que se yerguen
En mares sin riberas;
Y mares tempestuosos que se pierden
Entre nubes de fuego que se incendian;
Y lagos silenciosos, cuyas aguas,
Dormidas y serenas —
Serenas y dormidas — se dilatan —
Dormidas como muertas —
Inmóviles y frías, cual los lirios
De nieve, que á su margen cabecean.

Por los lagos tranquilos que así extienden
Sus aguas soñolientas —
Sus aguas perezosas y dormidas—
Dormidas como muertas —
Inmóviles y frías, cual los lirios
De nieve, que á su márgen cabecean, —
Por las altas montañas — junto al río —
Que murmuran, murmuran, y se quejan, —
Por los bosques sombríos — y el pantano

Donde el inmundo sapo merodea —
En los ciénagos turbios donde moran
Alimañas vampíricas, horrendas, —
Y por todos los lúgubres espacios
Y sitios melancólicos — se encuentran
Las fúnebres memorias del Pasado —
Y atónito el viajero allí contempla
Blancas formas, que cruzan suspirando —
Blancas formas, que gimen y que tiemblan
De amigos, con pesar abandonados,
Con pesar, a los Cielos — y á la Tierra.

Es un sitio apacible, de consuelo,
Para el Alma que abruman hondas penas
En compacta legión — y es Eldorado,
Al espíritu errante en las tinieblas!
Mas, al feliz viajero, permanece
Impenetrable la región edénica!
Ocultos sus misterios á los ojos,
A los ojos humanos, siempre quedan: —
Su Rey dispuso que jamás el hombre
Los fatigados párpados abriera —
Sólo a través de lentes empañados
El Alma entristecida puede verla.

Por una ruta obscura,
Por ignorada senda
Que recorren los ángeles malditos,
Donde el Idolo-Noche adusto reina
Sobre fúnebre trono — de allí vengo,
De allí torno al hogar, vuelvo á la tierra,
De remota región, y extraño clima —
De la Thule fantástica y postrera.