Tierra, a quien
XII.
Tierra, á quien nunca el sol muestra su cara,
Ni la luna jamás limpia su frente,
A quien de quanto ha menester la gente,
Natura fué como madrastra avara;
Con quan justa razon se me empleara
(Pues que partí de mi perpetuo oriente)
Que extraño y solo miserablemente
La vida entre tus nieves acabara.
Do amoroso Pastor mi sepultura
No cercara de rosas y violas,
Ni dixera con lágrimas piadosas:
Fili supo tu muerte sin ventura,
Tirsi, y te ofrece dos lágrimas solas
Mas que el llanto de Nïobe preciosas.