Situación inalterable del justo

Situación inalterable del justo
de Gaspar María de Nava Álvarez


 Al ambicioso aterran los cuidados   
 de ser entre los hombres el primero.   
 Al avaro la sed del vil dinero,   
 cercado de temor por todos lados.   
 

 Al jugador la suerte de los dados,   
 de los dañosos naipes y el tablero.   
 Al soberbio le ahoga su ardor fiero.   
 Al lascivo deseos no arreglados.   
 

 A éstos destruye la voraz conciencia,   
 poniendo los delitos por delante,  
 y dándoles pesar con su presencia.   
 

 Mas el justo, sereno su semblante,   
 sabe la grande indubitable ciencia   
 de no temer a nadie ni un instante.