Situación crítica de un poeta
Ofréceme tal vez la fantasía un concepto feliz para un soneto; entre escribir o no discurro inquieto; siento en mí ya valor, ya cobardía. Resuélvome a empezar, mas no querría que me engañase mi ímpetu indiscreto; y, teniendo a los críticos respeto, ya se acalora el numen, ya se enfría. Batallo en mi interior, dudo y vacilo, me hace cosquillas, súfrolas un rato, escribo un poco, párome y cavilo. ¡Qué tentación! En vano la combato. Y, al fin, ¿qué haré...? Para quedar tranquilo, componer el soneto es más barato.